Un perro vivía solo en el
bosque. Pero muy pronto se cansó de la soledad y decidió buscarse un compañero.
Se encontró con una liebre y le dijo:
-Ven, liebre, vivamos
juntos.
-Vale -respondió la
liebre.
Y comenzaron a convivir.
De día salían de casa juntos y de noche dormían muy cerca el uno del otro. Pero
por la noche el perro ladraba y a la liebre le dio miedo:
-No ladres tanto. Podría
venir un lobo a devorarnos.
«La liebre es miedosa»,
pensó el perro y decidió abandonar a la libre.
Después se encontró con
un lobo y le dijo:
-Ven, lobo, vivamos
juntos.
-Encantado -respondió el
lobo.
Y comenzaron a vivir
juntos. De día cazaban y por la noche dormían muy cerca el uno del otro. Pero
por la noche el perro ladraba y al lobo le dio miedo:
-No ladres tanto. Podría
venir un oso y devorarnos.
«El lobo es miedoso»,
pensó el perro y decidió abandonar al lobo.
Después se encontró con
un oso:
-Ven, oso, vivamos
juntos.
-De acuerdo -respondió el
oso, y se fueron a vivir juntos. De día salían de caza y de noche dormían muy
cerca el uno del otro. Pero por la noche el perro ladraba y al oso le dio
miedo:
-No ladres tanto. Podría
venir un hombre a matarnos.
«El oso es miedoso»,
pensó el perro y decidió abandonar al oso.
Después se encontró con
un hombre y le dijo:
-Ven, hombre, vivamos
juntos.
-Claro -respondió el
hombre.
Y así vivieron juntos. De
día cazaban y por la noche dormían muy cerca el uno del otro. Por la noche,
con los ladridos del perro, el hombre se despertó:
-Estupendo -dijo, sigue
ladrando. Si se acercan un oso o un lobo, les dará miedo y escaparán.
«El hombre no tiene
miedo», pensó el perro. Desde entonces, el perro y el hombre viven juntos.
141. anonimo (siberia)
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