El
tigre, vio, que es un animal malo y siempre anda para matar, para
cazar. Y entonce el gato salió también a este recorrer, a cazar
lauchas, esas cosas, o liebres, vio, que también mata. Y entonce iba
por un caminito. Y el tigre también venía, pero no sabía ninguno
de los dos. Y se encontraron en el camino. Claro, el gato cuando lo
vio al tigre se sorprendió, se quedó. Entonce el tigre le dice:
-No
si asuste, amigo -le dice.
-No
-le dice el gato, no, yo no mi asusto, pero, siempre me gusta sé
prevenido.
-Y,
yo soy el gato. ¿Y usté?
-¡Ah!
-le dice, usté es el tigre -le dice el gato. Así que usté, por
nombre sé, que usté es un hombre malo.
-Sí
-dice, pero no -dice, yo no soy malo -dice el tigre.
-Pero
yo sé -dice el tigre- que usté es un hombre, que usté, gato, es
muy ágil.
-No
-dice, no soy muy ágil -dice.
Bueno...
Y dice:
-¿Para
dónde va? -le dice el tigre.
-Yo
voy para allá. ¿Y usté?
-Bueno
-dice, yo voy a seguir viaje.
-¿Y
usté va seguí pu este caminito? -dice.
-Sí,
voy a seguí este caminito.
-¿Pero
va ir pu el mismo camino pu ande vine yo?
-Sí,
por áhi voy a ir -dice.
-Yo
voy a ir por acá -dice el tigre.
Pero
el tigre ya con mala intención de comerse al gato. Y el gato lo
malició. Bueno, áhi le tuvo tomando dato el tigre al gato. Dice:
-Pucha,
dice, yo, mire, dice, a mí me gusta, dice, aprender muchas habilidá
-le dice el tigre- y yo sé que usté es un hombre muy ágil. Y
entonce, dice, me va a enseñar usté, dice, a ver la agilidá suya.
-Sí,
cómo no -le dice el gato. ¡Cómo no! Sí, yo le voy a enseñar.
Y
le enseñó de qué manera él cazaba, cómo hacía pa defenderse
cuando lo sosprendía un animal... Todo le enseñó muy bien. Entonce
el tigre le tomó esos datos para matarlo a él. Entonce ya sabía
por donde lu iba a tropellar porque el tipo le esplicaba la agilidá
d'él. Bueno... Y entonce cuando ya le esplicó todo, tuvieron áhi,
dice el tigre:
-Bueno
-dice. Bueno, amigo, dice, muy encantado, si somos amigos, dice,
nunca vamos a tener nada.
-Bueno
-dice el gato, muy bien yo también tengo confianza en usté. Bueno,
hasta otro día.
Se
fue. Pero, ¿qué pasó? El tigre le dijo:
-¿Usté
va a seguí por este camino?
-Sí
-dice el gato, yo voy a seguir por acá.
-Yo
voy a ir por acá -dice.
Pero
qué, lo que pasó. Pegó la vuelta y se le ganó adelante, pa
matarlo, pa comerlo. Y se le echó en la güella. Y el gato venía.
Pero el gato sabía lo que él le malició. Dijo:
-Este
¡juna gran siete! me va hacé una trampa, u me quere comé, pero no
me va comé.
Y
venía el gato mirando, desconfiando. En una de ésas, y en una de
ésas lo vio, y cuando lo vio el tigre lo saltó. Y claro, cuando lo
saltó, el gato es muy ágil, cuando lo saltó, el tigre con la rabia
que venía, el gato pegó el salto pa atrás. Le quedó como dos
metros atrás. Y el tigre le erró el saque. Entonces, cuando l'erró,
le dice:
-Miesca,
compañero, dice, había sido ágil, dice, pero esa esplicación
usté no me la dio -le dice.
-¡Ah!
-le dice el gato. Si yo te doy esa explicación ¿con qué me
defiendo? -le dice.
Pedro
Nieves, 47 años. Ingeniero Jacobacci. 25 de Mayo. Río Negro, 1971.
Campesino.
Ganadero. Modesto propietario.
El
uso de dice como muletilla, en ciertos párrafos, debilita
la narración.
Cuento
458. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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