Un lobo se encontró un
día con un perro y le dijo:
-Hagamos un acuerdo. Si
tú me das tu olfato, yo te daré mi velocidad.
El perro aceptó. El lobo
le dio al perro su velocidad y el perro aprovechó para escapar a toda prisa
sin darle nada a cambio. Por eso al lobo le falta el olfato del perro.
Fuente: Gianni Rodari
149 anonimo (serbia)
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