No sólo la doctrina de
Ramón Llull fue el blanco de las iras de sus detractores. Hasta una simple mata
del Puig de Randa, tradicional-mente vinculada al Doctor Iluminado, fue
arrancada de cuajo, junto a la cueva en la que, es tradición, el filósofo se recogía
para dedicarse a sus rezos y meditaciones.
Arbust estrany!
En cada nova fulla
com en les que li cauen per despulla
te marcats uns caracters desiguals;
lletres pareixen d'escriptura ignota
i es díu que un savi clarament hi nota
lo mon de Deu en mots orientals.
El desaguisado trascendió
pronto. Alguien fue, según costumbre, a visitar la cueva y la mata y, al
encontrarla arrancada, quiso conocer los motivos de aquella decisión. Por toda
respuesta, al maestro del entonces colegio del puig, explicó que la había
hecho arrancar, que haría lo mismo si brotaba de nuevo y que, además havía pensado en destruir del todo lo que se
llamaba cueva, que no la tenía por tal y poner allí algunas columnas, en el
modo que pudiesen ermosearlo.
El rapapolvo de los
prohombres, benefactores del monasterio y de su colegio, no se hizo esperar.
Intervino el ayuntamiento de Ciutat,
se cursaron sendos escritos al impulsivo cathedrático
y al bayle de Algaida y se pidieron
las correspondientes explicaciones. Las presio-nes debieron ser fuertes ya,
que, el cuatro de setiembre de 1796, un mes después de recibir las severas
amonestaciones, Guillermo Mayol, responsable de aquel conflicto, contestaba
con un informe e intentaba quitar hierro al asunto asegurando que la mata se
había salvado por una especie de extraño prodigio. Decía así, en su escrito, el
reverendo Mayol:
«En el año de 1793, por
el mes de Julio, mandó el exponente a Guillermo Antich, su criado de la villa de
San Juan, cortar leña para hacer hormigueros lo que executó el dicho Antich,
cortando diferen-tes matas para, en el mismo parage, plantar distintos hormigueros,
cuyo número llegó hasta el de 16 ó 17 y concluídos, el propio Antich los pegó
fuego y observó que todos estaban ardiendo a excepción de uno situado junto a
la mata que solamente le havían quedado las raíces, por haver construido aquel hormiguero de su leña y poniendo particular cuidado para encenderlo; pero como
nunca se pudiese verificar, el exponente le preguntó que cómo era que aquel
hormiguero no quería arder a lo que respondió que lo ignorava pues para
lograrlo havía puesto particular cuidado, pero creyendo el que expone que sería
por mal intelligencia de Antich, practicó por todos los vientos, y a todas
horas el darle fuego para ver si se encendería y viendo, no podía lograrlo
mandó al criado lo desbaratase y lo bolbiese a fabricar de nuevo en presencia
del exponente y construido a satisfacción de éste le pegó fuego de su propia
mano, pero jamás se logró, sin embargo de haverlo emprendido por muchas veces,
de manera que sólo ardía aquella poca paja a estepas que se acostum-bran poner
para encenderlo.
»Viendo, pues, que no
tenían efecto sus más eficaces diligencias, enterada Margarita Gayá, cuñada
del que expone, determinó emprenderlo por sí propia a cuyo efecto llevó una
carga de paja y sin embargo de que por tres o cuatro veces le pegó fuego, lo
que logró fue el que ardiera la paja, no pero el hormiguero.
»Empeñados todos los
nominados en que havía de arder aquel hormiguero, discurrieron de qué medios se
valdrían, lo bolbieron a desbaratar, y compuesto otra vez a satisfacción de
todos y también de Dn. Guillermo Sanoguera, Pbro, de la villa de Lluchmayor,
quien se hallava presente expresando que havía de correr por su cuenta el
hacerle arder, pues los demás no lo entendían, lo executó éste por dos o tres
veces y lo sucedió lo propio que, a los demás, y quedando (como corrido)
deshacieron el hormiguero la abandonaron, quedando la leña intacta
»En este estado, al cabo
de cosa de dos meses pareció un personaje quien saliendo de la Iglesia saludó al
exponente, aunque éste ignora quien fue el tal personaxe, ni menos hace memoria
de su carácter (aunque diversas veces ha hecho estudio particular para venir
en su conocimiento) y le dixo: vamos a este terreno y estas peñas, a lo que
condescendió el que expone y dirigiendose ambos así a donde eran construídos
los hormigueros, al llegar al parage del que no quiso arder, dixa el tal
personaxe: aquí havía una mata escrita, lo cual oído por el exponente le dió un
buelco el corazón e inmediata-mente creió que la causa de no haver querido
arder aquel hormi-guero fue por estar construido de aquella mata escrita, y a
poco rato se despidió el tal individuo sin conocerlo, y teniendo el que expone
por prodigio todo lo referido, determinó el trasplantar una raíz de dicha mata
frente a la cueva en donde hizo penitencia el Beato Raymundo, la que a pocos
días dió muestras de haver prendido, y sacó sus ramas las que en el día van
aumentando. Siendo digno de reparo que haviendo practicado lo mismo con otras
raíces de otras matas en el mismo parage, nunca han florecido. Que es cuanto
puede informar a V.S.M. Illtre. Monte de Randa y 4 7bre. Guillermo Mayol, Pbro.
Maestro de dicho Colegio. -Guillermo Sanoguera, Pbro.» (Archivo Municipal de
Palma. -Libro de Ayuntamientos 1796. Tomo II, fol. 264 y 265).
Es de suponer que el
«exponente», con tal de evitarse la bronca y sus posteriores consecuencias,
debió de estrujarse a fondo el cerebro para redactar su informe. El texto no
tiene desperdicio. Intentando compartir responsabilidades, involucra a su
criado, a su cuñada, al cura de Llucmajor y a un misterioso personaje al que,
sin saber quién era, da toda clase de explicaciones. Al final, para redondear
su explicación, recurre al prodigio y, es de suponer, queda satisfecho. Con
todo ello se formó -o mejor, se redondeó- una leyenda ya exis-tente.
Hoy, la mata escrita es
una tradición más en trance de caer, definitiva-mente, en el olvido.
Pese a lo que, en su
tiempo, afirmaba Costa y Llobera
... penyora i simbol d'aquell alt prodigi
per al poble conserva son prestigi
la mata escrita amb renaixent vigor...
pocos son los que se
acercan a contemplar aquel lentisco vulgar cuyas hojas, marcadas con lo que
parecen unos ininteligibles signos cabalísticos, lo hacen particularmente
extraño.
092. anonimo (balear-mallorca-randa)
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