Erase un principito que
deseaba ser un buen rey; y se dijo:
-Subiré a la montaña más
alta y desde su cúspide veré todo el planeta y a todos los hombres... Nada me
enseñará tanto como eso.
Con esfuerzo, consiguió
llegar a la cima de la más alta de las montañas. Mas, desde allí no divisaba
sino agujas de rocas afiladas.
-Buenos días -dijo al
azar.
-Buenos días... buenos
días... buenos días... -respondió el eco.
-¿Quién eres? -quiso
saber el principito.
-¿Quién eres...? ¿Quién
eres...? -respondió el eco.
-Sed amigos míos, estoy
solo -dijo el principito.
-Estoy solo... estoy
solo... estoy solo... -respondió el eco.
"¡Qué planeta más
raro! -se dijo el futuro rey. Es seco, y salado. Y sus hombres no tienen
imaginación; repiten lo que se les dice. No saben pensar."
El principito tuvo que
ver todavía a muchos hombres y subir a muchas montañas y bajar a muchos
valles antes de aprender a gobernar.
999. Anonimo
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