Erase un joven príncipe que
recorría el mundo buscando el Paraíso Terrenal. Un día, mientras atravesaba un
bosque, se desencadenó una gran tempestad y se desorientó. Por suerte,
descubrió al poco una cueva donde estaba sentada una mujer de gran estatura.
-Pasa y siéntate junto al fuego -le
invitó ella.
-Hay mucha corriente aquí -le
respondió el príncipe.
-Más habrá cuando lleguen mis
cuatro hijos, que son los vientos.
Confirmando sus palabras, se
presentó el Viento Norte.
-Vengo de los mares árticos -dijo.
He visto a los hombres cazar morsas y a los osos blancos luchar por su
existencia.
En esto se presentó el Viento Oeste
y. declaró:
-Vengo de la augusta soledad de los
bosques.
Luego apareció el Viento Sur, quien
comentó:
-Cuando atravesaba el desierto, me
he encontrado con una caravana y levantando con mí soplo montones de arena, la
he sepultado para siempre.
-Mal hecho -dijo su madre. Para
castigarte, voy a encerrarte en el saco de cuero.
Y eso hizo, cuando entró el Viento
Este.
-¿Fuiste al Jardín del Paraíso? -le
preguntó su madre.
-No, pero lo haré mañana.
El príncipe suplicó que lo llevara
consigo y el Viento Este accedió. Luego, todos se durmieron.
999. Anonimo
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