Hace mucho, mucho tiempo,
la Luna , que
muere y renace cada cuatro semanas, le dijo un día a la liebre:
-Ve y anúnciales a los
hombres que, así como yo muero y vuelvo a nacer, ellos también morirán y
renacerán.
La liebre, sin embargo,
al comunicar a la gente el mensaje de la Luna , cayó en una gran confusión. Y esto fue lo
que dijo:
-Como yo muero y no
vuelvo otra vez a la vida, también vosotros moriréis y no volveréis a nacer.
Cuando la liebre estuvo
de vuelta, la Luna
le preguntó qué le había dicho a la gente.
-Que como yo muero y no
vuelvo otra vez a la vida, también vosotros moriréis y no volveréis a nacer.
-Pero ¿por qué has dicho
semejante cosa? -gritó la Luna
y, furiosa, le arrojó encima un palo que la golpeó en el hocico y le partió el
labio.
La liebre se escapó y,
desde aquel entonces, siempre ha tenido el labio partido que, mira tú por
dónde, se llama leporino.
Y los seres humanos,
desde aquella época, mueren y no vuelven a nacer.
157. anonimo (sudafrica)
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