Chorlito y Remolino
salieron juntos a recoger frambuesas. Las ponían en dos pequeños cubos pero,
mientras Chorlito perdía el tiempo, Remolino se movía ágil como un duende. Poco
después, Remolino tenía su cubo lleno de frambuesas, mientras que Chorlito no
había llenado siquiera la mitad. Entonces, Remolino le dijo a Chorlito:
-Vayámonos a casa, porque
yo ya tengo bastantes frambuesas.
-No me iré contigo -dijo
Chorlito. Mi cubo está aún casi vacío.
-Ven a casa enseguida; si
no, llamaré al lobo.
-Que no, que no me iré
contigo.
Entonces, Remolino fue a
ver al lobo y le dijo:
-Lobo, dile a Chorlito
que valja a casa.
-No, no le diré nada.
-Entonces llamaré al
perro.
Remolino fue a ver al
perro y le dijo:
-Perro, persigue al lobo,
así le dirá a Chorlito que vuelva a casa.
-No, no lo perseguiré.
-Entonces llamaré al
palo.
Remolino fue a ver al
palo y le dijo:
-Palo, dale una paliza al
perro, para que persiga al lobo, para que el lobo le diga a Chorlito que vuelva
a casa.
-No, no le daré una
paliza.
-Entonces llamaré al
fuego.
Remolino fue a ver al
fuego y le dijo:
-Fuego, quema al palo,
para que le dé una paliza al perro, para que el perro persiga al lobo, para que
el lobo le diga a Chorlito que vuelva a casa.
-No, no lo quemaré.
-Entonces llamaré al
agua.
Remolino fue a ver al
agua y le dijo:
-Agua, moja al fuego,
para que queme al palo, para que el palo le dé una paliza al perro, para que el
perro persiga al lobo, para que el lobo le diga a Chorlito que vuelva a casa.
-No, no quiero mojarlo.
-Entonces llamaré al
buey.
Remolino fue a ver al
buey y le dijo:
-Buey, bebe el agua, para
que el agua moje al fuego, para que el fuego queme al palo, para que el palo le
dé una paliza al perro, para que el perro persiga al lobo, para que el lobo le
diga a Chorlito que vuelva a casa.
-No, no quiero beberla.
-Entonces llamaré al
matarife.
-Matarife, mata al buey,
para que el buey beba el agua, para que el agua moje al fuego, para que el
fuego queme al palo, para que el palo le dé una paliza al perro, para que el perro
persiga al lobo, para que el lobo le diga a Chorlito que vuelva a casa.
-De acuerdo -dijo el
matarife, y afiló el cuchillo para matar al buey.
Entonces, el buey bebió
deprisa el agua, el agua mojó al fuego, el fuego quemó al palo, el palo le dio
una paliza al perro, el perro persiguió al lobo, y el lobo le dijo a Chorlito
que volviese a casa. Pero, mientras tanto, Chorlito había llenado todo su cubo
de frambuesas y, en cuanto vio a Remolino, le gritó:
-Ven, vayámonos a casa,
porque ya tengo bastantes frambuesas.
Así, Chorlito y Remolino
volvieron a casa con los cubos llenos. Al ver semejante cosa, el lobo le dio
una dentellada al perro, el perro mordió al palo, el palo dispersó el fuego, el
fuego secó el agua, el agua ahogó al buey y el buey traspasó al matarife con
sus cuernos.
Todo esto ocurrió cuando
Chorlito y Remolino fueron juntos a recoger frambuesas.
161. anonimo (belgica-valonia)
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