Al santuario se sube por
una empinada carretera que llega serpenteando hasta la cima de la montaña. Y es
en esa carretera, un poco antes de comenzar la pendiente, donde todos los que
hacen el camino a pie, se detienen al borde de una pequeña quebrada y lanzan
varias piedras contra otra mayor situada en el fondo, y a la que conocen con el
nombre de sa pedra d'es perdons, la
piedra de los perdones. Es una curiosa forma de ganar indulgencias que arranca
de la lejana concesión, hecha por un obispo, otorgando cuarenta días de perdón
por cada piedra que se lanzara al fondo de aquella hondonada. Así estimulaba de
paso, a los peregrinos, a colaborar, rellenando baches, en la construcción de
un nuevo camino más cómodo y transitable:
Anant a San Salvadó
he-i trobareu una roca:
qui la fer o qui la toca
guanya cent anys de perdó.
Una anotación de fecha 4
de Marzo de 1617 efectuada en el libro de sufragios de la parroquia e
intitulada Dominique infraoctava
Asuncionis o Diumenge dels perdons, explica la leyenda de la famosa piedra
y aclara seguidamente que, como el camino hace años que se terminó, se agotó
también el cupo de las indulgencias. No obstante aún hoy, los que se atreven
con la caminata y conocen la historia, siguen lanzando cantazos a sa pedra d'es perdons. Es una buena
manera de conservarla, a la leyenda naturalmente.
Fuente: Gabriel Sabrafin
092. anonimo (balear-mallorca-felanitx)
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