212. Cuento popular castellano
San Pedro y el Señor, cuando andaban
por el mundo pidiendo, llegaron a una posada. Y después de mandar poner la
cena, pidieron alojamiento. Y en la misma habitación donde había bastantes
arrieros se acomodaron el Señor y San Pedro.
Y nada más acostarse, como de
costumbre que tenían, empezaron a rezar sus oraciones. Y desde luego a los
arrieros los molestaban con sus rezos. Y les dice uno de los arrieros:
-¡Vais a hacer el favor de callar, que
si me levanto, va a ser buena!
Y ellos, sin hacer caso, seguían sus
oraciones. Tanto cansó a los arrieros que se levantó uno y le dio una tocata de
palos a San Pedro, que estaba en el lado de fuera. Y entonces el Señor le dice
a San Pedro:
-Anda, ponte al lado de dentro, que a
mí no me pegarán.
Y siguen rezando. Y se levanta otro
arriero y les dice:
-¡O vais a callar o me levanto yo, y
ahora va a ser buena!
Y no haciendo caso, siguen con los
rezos. Y se molesta el arriero y se levanta. Y le dice el compañero:
-¡Pega ahora al de dentro, que antes
al de fuera le he dado yo una buena tocata!
Y resultó que las dos palizas fueron
para San Pedro.
Y así dicen ahora: «Pásate al lado de
dentro, y no te tocarán».
Cuéllar,
Segovia.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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