152. Cuento popular castellano
Era un muchacho sirviendo en casa de
un ama. Y todas las noches la veía que se untaba los pies con un unte que tenía
en una cazuela debajo de un poyo en la cocina, y decía: «Sin Dios y en sin
Santa María, ¡por la chimenea arriba! », y se subía por la chimenea.
Y el muchacho, al verla que hacía eso,
pues una noche se le ocurrió a él el untarse los pies también y decía:
-¡Sin Dios y en sin Santa María, hasta
donde esté mi ama!
Y fue a caer a una bodega que había lo
menos siete o ocho mujeres allí en la bodega. Y al beber vino de una cuba,
ellas decían:
-Rus.
Y le dijon al muchacho:
-Vamos, tú bebe, ya que estás aquí.
Y el muchacho, en lugar de decir Rus»,
como ellas, dijo «Jesús», al beber, como decimos nosotros muchas veces. Y al
decir eso, desaparecieron de allí todas y le quedaron solo.
Llegó el amo de aquella bodega a por
vino y se encontró con aquel muchacho que le habían dejao solo. Y le tuvon que
traer de justicia en justicia doscientas leguas, hasta que llegó a su casa.
Astudillo,
Palencia. Narrador XVIII, 14 de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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