156. Cuento popular castellano
Según cuentan, las brujas se reunían
los sábados por la noche en el campo de Lilaila. Salían montadas en una escoba;
se untaban los cuerpos con ungüentos.
Y una noche, cuando estaban bailando
las brujas alrededor del diablo, pasó por allí un zapatero, y se acercó a ver
lo que hacían.
Entonces las brujas le cogieron de la
mano y lo obligaron a que bailara con ellas.
Pero como todas, de cuando en cuando,
le daban al diablo un beso en el rabo, el zapatero no quería besarle, y se le
ocurrió sacar una lezna que llevaba en el bolsillo, y, disimuladamente, en vez
de besarle, le pinchó con la lezna en el culo.
Y entonces el diablo, al sentir la
pinchada, le dijo:
-Oye tú, pasa y no beses, que tienes
las barbas ásperas.
Burgos,
Burgos. Narrador XLV, 2 de junio, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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