Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

domingo, 1 de julio de 2012

La mano negra


112. Cuento popular castellano

Un padre tenía tres hijas. Y un día salió a hacer un viaje muy largo y les preguntó a sus hijas qué querían que les trajera. Las dos mayores le pidieron vestidos ricos y paños de seda. Y la más pequeña, que era la más guapa, le dijo que todo lo que ella quería era una rosa, que le trajera una rosa.
Salió el padre y andando, andando llegó a un castillo. Y como vio la puerta abierta, entró. Y viendo muchos pucheros alrededor del hogar, fue a destaparlos pa ver qué contenían, y a ese momen­to se le apareció una mano negra y se los quitó. Y entonces entró en el comedor y vio sobre la mesa muchas cosas pa comer y se sentó a comer; pero la misma mano negra se le apareció y le quitó la comida.
A pesar de todo eso no quiso el hombre marcharse. Se salió del comedor y entró en otra habitación donde había una cama hecha y dijo:
-Bueno, aquí está una cama hecha, y me voy a acostar a dormir.
Y se acostó a dormir, y nadie le molestó. Allí durmió esa noche y por la mañana, al despertarse, se asomó al balcón y vio que daba a un jardín muy hermoso y que en el jardín había una rosa muy bonita. Y cuando vio la rosa, se acordó de lo que le había pedido su hija menor. Y bajó al jardín a cortarla; pero al llegar al rosal le dieron un manotazo muy fuerte, y tuvo que desistir.
Al volver la cara vio el hombre que el que le había dao el fuerte manotazo era un oso grande. Le dijo al oso que le dejara cortar la rosa, que era pa su hija menor. Y el oso le preguntó en­tonces cuántas hijas tenía. Y el hombre le contó que tenía tres hijas y que al salir de viaje las dos mayores le habían rogao que les llevara vestidos muy ricos y que la menor le había pedido una rosa. Entonces el oso le dijo que llevara la rosa y volviera al cas­tillo con la hija menor pa que viviera con él. Y a las dos mayores les envió el oso vestidos muy ricos y paños de seda y otros regalos.
Se marchó el padre pa su casa y cuando llegó, les dio a sus hijas las cosas que le habían pedido. Pero se puso muy triste, y la menor le preguntó que por qué estaba tan triste. Y entonces él le contó lo que le había pasao en el castillo y que había prometido al oso llevársela a vivir con él. La hija menor le dijo a su padre que no estuviera triste, que ella iría a vivir al castillo con el oso pa que él cumpliera su promesa. Y se marcharon el padre y la hija menor pal castillo del oso.
Llegaron al castillo, y el oso recibió a la hija con mucho cariño. El padre se marchó otra vez pa su casa, y se quedó ella sola con el oso. Por la noche el oso le dijo que tenía que acostarse a dor­mir con él. Y ella fue y se acostó; pero cuando el oso iba a acos­tarse con ella, le gritaba:
-Quítate, osón, que me das mucho miedo. Quítate, osón, que me das mucho miedo.
Y por fin el oso le tuvo lástima de ver que le tenía miedo y no se acostó con ella. Y la segunda noche pasó lo mismo. Y la tercera noche llegó el oso delante de la joven y se descubrió que era un hermoso príncipe encantao. Y le dijo a la joven que si quería ca­sarse con él. Y ella en seguida le dijo que sí. Y él le dijo que estaba encantao y que sólo se desencantaba si encontraba antes de siete años con quién casarse.
Y entonces el oso se convirtió en un hermoso príncipe. Y se casaron y vivieron muy felices.

Santotis, Valle de Tudanca, Santander.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo                                                            

058. Anonimo (Castilla y leon) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario