44. Cuento popular castellano
Eran dos viejecitos, y todos los días
iba el viejo a trabajar. Su mujer le iba a llevar la comida y a comer con él.
Un día, cuando iba a llevarle la
comida a su marido, la mujer se encontró con un lobo, y la dijo:
-¡Viejecita, que estás muy gordita y
te voy a comer! Y ella le dijo:
-¡A la vuelta, a la vuelta, que estaré
más gordita!
Fue más alante y se encontró con otro
lobo, y la dijo:
-¡Viejecita, estás muy buena y te voy
a comer! Y ella le dijo:
-¡A la vuelta, a la vuelta, que estaré
más gordita!
Conque llegó la viejecita y se lo
contó todo a su marido. Y su marido tenía un burro muy viejo, muy viejo. Mató
el marido al burro, le sacó el pellejo, le hizo un tambor y metió allí a su
mujer. Había una cuesta muy alta que llegaba hasta casa de ellos, y el
viejecito echó a rodar a su mujer en el tambor.
Al llegar al primer lobo, éste
preguntó al tambor:
-Tambor, tambor, ¿has visto por ahí a
alguna viejecita? Y contestó el tambor:
-¡Al tunturuntún, que yo no la he
visto!
Siguió rodando el tambor y se encontró
con el otro lobo, y éste le dijo:
-Tambor, tambor, ¿has visto venir por
ahí a alguna viejecita? Y el tambor contestó:
-¡Al tunturuntún, que yo no la he
visto!
Ya llegó la viejecita a su casa. Y
cuando vino el marido, desarmó el tambor, sacó a la mujer, y ya pues no volvió
más a llevarle la comida a su marido.
Sieteiglesias,
Valladolid. Narrador
XC, 8 de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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