Esta es la historia de dos
muchachos, vecinos ambos de la misma aldea. El uno, muy rico por sus padres. El
otro, de familia pobre.
Los dos marcharon a la ciudad. El
primero, con la gran fortuna que heredó; el segundo, con su hatillo al hombro y
nada más.
Pasaron los años. El rico regresó a
la aldea enfermo, en la miseria, después de llevar una vida disipada y haber
dilapidado todos sus bienes.
Y también regresó el pobre. Con
mucho esfuerzo, estudiando de día y trabajando de noche, se había hecho médico.
Su bondad y su talento le hicieron célebre en la ciudad.
Pero en la aldea, el médico trató
al enfermo con una bondad que el rico nunca había practicado pues era egoísta;
y cuando salvó su vida comprendió que el tesoro de su amigo consistió en
haberse entregado al prójimo.
999. Anonimo
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