Dicen que no hay mal que por bien
no venga. Y como la casualidad es juguetona, quiso que Sabina supiera la razón
de la huida de las brujas y propuso a los vecinos de la aldea de Tihar fabricar
el perfume inventado por lo pajarillos.
Y como todos eran muy pobres y
tenían necesidad de hallar la solución a su pobreza, chicos y grandes, hombres
y mujeres, se repartieron el trabajo de fabricar perfumes en las perolas
dejadas por las hechiceras. Y así, mientras unos recolectaban hierbas y flores,
otros manipulaban las mezclas.
Por último, traspasaban el líquido
a frascos y con todos los carros del pueblo, los llevaban a vender al mercado
de la vecina ciudad, donde tuvieron tal éxito, que Tihar dejó de ser pobre. Y
en todas las casas hubo alimento y leña, enseres adecuados, la necesaria comida
y las ropas necesarias para los fríos del invierno y los rigores del verano.
Desde entonces, hace ya muchos
años, a la aldea se la conoce con el nombre de "Tihar Perfumada".
999. Anonimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario