En aquellos tiempos, el Oeste
americano empezaba a ser cada día más rico no sólo por los ganados, sino
también por el descubrimiento de minas de oro y plata. Entonces se pensó
construir una línea de ferrocarril que atravesara todo el territorio.
Esto tenía sus peligros. Por un
lado, los pieles rojas, poco dispuestos a perder sus territorios y por otro, el
problema que suponía alimentar a los veinte mil operarios de la línea férrea.
El director de la línea se acordó
de un famoso cazador de bisontes y un vaquero le contó:
-Es único. Con su carabina
Lucrecia, abatió en una competición, él sólo, sesenta bisontes. Nunca se había
visto nada igual.
Se llamó a Bill Cody y el tendido
de la línea férrea se inició. Muchos trabajadores morían a manos de los pieles
rojas y miles de trabajadores sucumbían ante la estrategia de los indios.
Pero contaban con el explorador y
cazador, Búffalo Bill. Sabía descubrir pistas increíbles, presentir la llegada
de las manadas de búfalos, hacer frente a los guerreros rojos y buscar su
amistad. Pero, especialmente, proveer de carne a los trabajadores con su
certera puntería. De otro modo, el tendido de la línea se hubiera retrasado
muchos años.
A partir de este hecho fue cuando a
Bill Cody se le conoció como "Búffalo Bill".
999. Anonimo
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