Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

jueves, 5 de febrero de 2015

Los tres hermanos y la vieja bruja .941

Había un hombre que tenía tres hijos: Juan, Pedro y Antonio. Antonio era el más chico y era el más guapo. Tenían una chacra. Todas las noches le entraban tre caballo en la chacra y le comían todo: un zaino, un rosillo y un tordillo.
Y todas las noches le mandaba el padre a los dos hermanos más grandes a cuidar, que no le coman lo caballo.
Los hermano má grande se dormía y lo caballo le entraba y le comía la planta. Entonce le mandó a Antonio.
Entonce el menor le dijo que él iba, si le compraba una guitarra, un sillón y unos alfileres y un lazo, que él se animaba a cuidar. Y el padre le compró, y él jue a la noche a cuidar.
Se sentó el Antonio debajo del ombú que había por ahí. Y se puso alfilere y tocaba la guitarra cuando tenía sueño. Y así no se durmió.
Por ahí, a la madrugada, el tordillo que sale de un arroyo que viene hacia la chacra. Y él costeó el alambrado. Y cuando saltó el caballo él lo enlazó. Y le ató por el ombú. Y el caballo le pedía que le largue, que él le iba a dar un poder. Entonce él le largó y le dio una varita de virtú, y le dijo que con esa varita él conseguía todo lo que él quería.
Y después vino el zaino. Y él hizo lo mismo, y le enlazó y le ató por el ombú. Y el zaino le dijo que lo largara, que le va a dar otra varita. Y él le largó, y el zaino le dio otra varita de virtú.
Después vino el rosillo. Y le preguntó si vinieron los otros, y él le dijo que no. Él también le pidió que lo largue, le dio otra varita, y le dijo que al otro día iba a amanecer todo brotado, todo lo que habían comido los caballos en la chacra.
Y después, cuando venía clareando el día, él se jue a la casa, y le dijo:
-Che, vayen a mirar las plantas a ver cómo 'tan, en la chacra.
Entonce jueron a mirá y vio que 'taba todo brotado y con flor. Y se quedaron sosprendido. Y entonce el padre vino malo con los otro do hijo. Y lo echó de su casa. Que vayen a trabajar a otro lao. Y lo hermano se jueron. Y ello no le querían al menor. Y lo hermano se jueron, y quedó el Antonio.
Entonce el Antonio le robó el caballo al padre y le siguió a lo hermano.
Iban lejo. Y por ahí vieron Juan y Pedro que venía el Antonio. Y dijo Juan:
-Mirá quien viene allá, Antonio, este desgraciao. Vamo a matale.
Le dijo Pedro:
-No, para qué. Vamo a sacale lo ojo.
Entonce, cuando llegó, le agarraron y le sacaron lo ojos. Y él quedó perdido, por la mano la rienda del caballo de él. Y él se acordó que tenía el poder que le dio el caballo. Entonce él dijo:
-Por la varillita de virtú, quiero tener mi ojo.
En seguida vio que tenía lo ojo. Y él subió a caballo y le siguió a lo hermano. Y le alcanzó. Y ello vieron lo hermano, que venía el Antonio.
Y le dijo Pedro:
-Mirá quién viene allá. ¿Qué tendrá este desgraciao?
Entonce le dejaron que vaya con ellos. Y ello llegaron a una casa. Y dijeron que Antonio era el peón de ellos. Y ellos entraron a tomar mate. Y él quedó abajo de un árbol. Estaba lloviendo. Por ahí la vieja, la dueña de casa, le estaba por matar a Juan y a Pedro. Y Antonio estaba sabiendo todo lo que iba a pasar. El sabía con el poder que le dieron lo caballo.
Y entonce él le dijo a los hermanos:
-Mirá que la vieja está por matar a ustedes. Y vamos -les dijo.
Era una vieja bruja, ésa, que mataba a todo lo que iban ahí.
Entonce ello subieron a caballo y se fueron.
Después le siguió la vieja.
Cuando vio que la vieja bruja 'taba por llegar para matale, Antonio, con el poder que tenía, se hizo transformar lo caballo en montón de bosta. Ellos subieron a un árbol alto, que 'taba en el camino. Y Antonio le dijo a lo hermano que no vaye a mirar cuando la vieja le llame por el nombre, porque iban a caer, y la vieja le iba a matar.
La vieja llegó abajo del árbol y lo vio a lo tre. Iba con una bolsa y dijo:
-¡Pedro!
Y Pedro miró para abajo y se cayó en la bolsa.
-¡Juan!
Y Juan miró y se cayó también adentro de la bolsa.
Y le llamó a Antonio, y Antonio no miró. Y entonce la vieja le dijo:
-Mirá que subo a onde 'tas vos. Y él le dijo:
-Subí no más que yo no te tengo miedo.
La vieja subió y él se bajó por el otro lado. Y agarró la bolsa de la vieja y le dijo:
-Miró, vieja, cómo están éstos.
Y la vieja en descuido miró, y se cayó adentro de la bolsa.
Y ahí le ató la boca a la bolsa y le largó a lo hermano. Y le mandó a juntar leña y que hagan juego. Y le quemaron a la vieja. Y así se salvaron de la bruja por el poder que le dieron a Antonio, lo caballo, que eran ángeles.

Ramón Insaurralde, 18 años. Paso de los Libres. Corrientes, 1952.

Muchacho del pueblo. Buen narrador.

Cuento 941. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini

0.015.1 anonimo (argentina) – 069


No hay comentarios:

Publicar un comentario