Había
una vez una viejita sola que tenía su hija chica que la cuidaba. Y
le había recomendado:
Eso
le despertó la curiosidá a la criatura. Bueno, tenía un deseo
tremendo de conocer esta mujer. Y un día resuelve salir. Y se va.
Pero antes de llegar encuentra a la mujer buena que ella conocía. La
hace entrar a su casa, y le dice:
-Vos
vas a la casa de la bruja. Tené cuidado que te va a comer. Pero si
querés ir llevá estas tres cosas.
-Si
la bruja te corre, tirá primero la ceniza hacia atrás, después el
peine, y si te va a alcanzar, tirá la tijera.
Bueno,
la chica sigue no más. Quería conocerla a la bruja. Llega hasta la
casa. Nadie, todo en silencio. Golpea la puerta. Se abre la puerta de
golpe y la bruja la quiere tomar del brazo a la chica, y ésta
dispara. Era vivísima. Dispara... La deja atrás al principio
a la bruja. Pero la bruja corre muy ligero y ya la alcanza, ya la
alcanza, ya la toma, y ella se acuerda y le tira el atadito de ceniza
hacia atrás, y se forma una niebla espesa que no le permite correr a
la bruja porque tropezaba con los montes, las piedras... Pero ella
tenía el camino claro hacia su casa y le saca una ventaja tremenda.
Pero la bruja, que echa trancos largos y corre ligero, sigue tras la
chica. Llega un momento en que ya, ya la alcanza, y ella tira el
peine hacia atrás y se forma un cerco de pencas con espinas muy
lagas. Le detienen la carrera a la bruja, mientras ella puede seguir
disparando. Dispara hacia su casa, todavía lejos. Cuando la bruja
consigue eludir el cerco de pencas y dispara tras la chica, llega un
momento otra vez en que ya la alcanza, ya la va a tomar, y tira la
tijera, tira la tijera para atrás y la tijera corta la tierra, forma
un tremendo barranco que no le permite pasar a la bruja. Y ella
dispara y al fin llega a su casa salvandosé, gracias a la mujer
buena que la previno contra la mujer mala, contra la bruja. El
viejito ciego que me contaba este cuento en Las
Tacanas, en Catamarca, decía que la
mujer buena era la Virgen María.
Ernesto
Gómez Molina, 72 años. Alta Córdoba. Córdoba (Capital de la
Provincia), 1974.
Incluimos
en este grupo este motivo de la fuga
mágica, por ser el cuento de la
Belleza del Mundo, en el
que figura con mayor frecuencia.
Cuento
874. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 069
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