Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

jueves, 5 de febrero de 2015

La persona mas justa del mundo, la muerte .951

Había un joven y una niña que se casaron y eran muy pobres. Tuvieron un niñito, y el padre salió a buscar una comadre o un compadre para el muchachito, que sea una persona justa.
Se jue, el padre, y encontró a un rico, y que le dice:
-¿Quí anda haciendo mi amigo?
-Ando buscando a alguien que sea muy justo para qui alce m'hijito.
-Yo seré, amigo.
-No, señor, usté no es justo, nunca da de lo que tiene.
Siguió. Encontró un viejito, y que le dice:
-¿En qué anda, amigo?
-Hi salíu a buscar una comadre o compadre que sea muy justo.
-Seré yo, amigo, soy Dios.
-No, señor, usté a veces no es muy justo.
Y siguió. Y que por áhi encuentra a una señora viuda, y que le dice:
-¿Quí anda buscando?
-Ando buscando una comadre que sea muy justa.
-Yo puedo ser, amigo, soy la muerte.
-¡Ah, usté sí puede ser, porque usté es justa! ¡Usté sí que es igual con todos!
Y ya la llevó para que viera el niñito, y después lo oliaron. Ya la muerte siempre venía a ver el ahijau.
-Güeno -dice un día-, le voy a dar una virtú, compadre, pa que pueda criar al niñito y pa que pueda vivir. Va a ser médico y va a curar. Yo le voy a ayudar. Pero no vaya a ser porfiau, porque si porfea, ese día va a ser perdido, va a morir. Usté tiene que dar cualquier remedito de poleo, tomillo con sal, cualquier remedio. Cuando vaya a curar yo voy a 'star áhi, pero sólo usté me va a ver. Cuando 'sté a los pieses del enfermo, usté puede asegurar qui el enfermo va a sanar. Cuando yo 'sté en la cabecera, no dé ninguna esperanza, el enfermo es perdido. Digalé no más que va a morir prontito.
Y ya el compadre s'hizo médico y ganó muchísima plata. De todos lados lo llamaban. Y la muerte, la comadre, 'staba siempre en los pieses, y todos los enfermos, aunque 'stuvieran moribundos, sanaban prontito.
Y un día lo mandaron a llamar de un enfermo muy rico, que ofertaba un millón de pesos. Y ya jue el médico contento con lo que iba a ganar. Va y ve a la muerte sentada en la cabecera.
Él no sabía qué hacer, y pensaba y pensaba. Entós pidió quedar solo con el enfermo que 'taba muy mal. Y agarró a la muerte de un brazo y la sentó en los pieses. Y la muerte se volvió a la cabecera. Y la agarró otra vez y la sentó en los pieses. Y así 'tuvo toda la noche. Y se le cansó el brazo tanto ponerla a la muerte en los pieses, y ella que venía no más a la cabecera. Y ya venía el día. Hasta que al último la muerte se quedó áhi, en los pieses. Y sanó el enfermo y el médico ganó el millón de pesos.
Bué, al otro día se juntaron con la muerte, y que le dice:
-Venga para acá, compadre. Vamos para mi casa un ratito -y se jueron, y llegaron, y que había en la casa de la muerte muchísimas velas encendidas, unas más largas, otras cortitas, unas recién prendidas, otras que ya si apagaban.
Entós que le dice el compadre:
-Y esto, comadre, ¿qué contiene tanta velería?
Entós que le dice la comadre:
-Ésta es la vida de todos los vivientes del mundo.
Y había una velita muy cortita, ya que se apagaba ya que se apagaba, y el compadre le preguntó:
-¿Y esta velita, comadre?
Y ella que le dice:
-Ésta es la vida suya, compadre, que se 'stá por acabar porque usté ha síu muy porfiau. Yo le dije que si iba a morir cuando porfée, y es así.
Y él que se enojó y dice:
-Para vida corta más vale nada. Y le pegó con la punta 'el pie, y se terminó.
Lo que sí, el hijo quedó grande y rico.

María Luisa de Castro, 48 años. Los Cajones. Junín. San Luis, 1947.

Campesina rústica. Muy buena narradora.

Cuento 951. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini


0.015.1 anonimo (argentina) - 069

No hay comentarios:

Publicar un comentario