430. Cuento popular castellano
Éstos eran dos hermanos pastores, el uno
casao y el otro mozo. Y dio a luz la mujer del casao, y le hizon padrino del
bautizo al mozo.
Yendo a bautizar a la criatura salió el señor
cura a la puerta de la iglesia y le dice al padrino:
-¿Qué? ¿Se viene a acristianar a la criatura?
-¿No lo ve ustez que sí? -contesta el
padrino.
-¿Es infante o infanta? -pregunta el señor
cura, dándole a entender si era chico o chica.
A lo cual contestó el padrino:
-¡No es infante ni infanta; es un chico que
ha parido mi cuñada!
-Y, ¿qué día ha nacido? -preguntó el cura.
-El día de San Bartolo.
-Entonces le habrá que poner Bartolomé.
-¡Bien, hombre! -dice entonces el pastor.
¡Hace tres días que ha nacido la criatura y ya le está ustez poniendo motes!
Bautizaron al chico y al volver a casa le dijo su madre al pastor:
-¿Qué tal os habís portao con el señor cura?
Y el pastor le contestó:
-¡Anda! ¡Como nosotros no vamos por la misa,
se ha reído lo que ha querido de `nosotros!
-Pues mañana puedes ir a misa antes de soltar
las ovejas -le dijo su madre.
-Y, ¿qué sé yo lo que tengo que hacer en la
misa? -dice el tonto.
-Pues tú te vas donde veas ir gente y haces
lo que veas hacer a los demás.
Conque al día siguiente se va el pastor a la
misa. Y como aquel día había una boda, al terminar la misa todos los que
estaban convidaos se fueron a la casa donde era el gasto para pasar allí el día
comiendo y bebiendo. Y el pastor se fue tras ellos. Y después de estar todo el
día comiendo y bebiendo lo que le pareció, se guardó dos tajadas de carne en el
bolso. Y al retirarse por la noche a casa, le preguntó su madre:
-¿De dónde vienes a estas horas?
-De misa -contestó el tonto.
-¿De misa a las doce de la noche?
-Sí, señora -contestó el tonto; mira donde
tengo dos cachos de misa en el bolso. Y, ¡qué bien se pasa en la misa! ¡Qué
bien se come! Mañana también voy a misa. Sólo que yo no sé lo que hacen en
misa. Unos se levantan y otros se agachan.
Y le ice su madre:
-Pues ten cuidao de lo que hacen los demás
para hacerlo tú también.
Al día siguiente se fue otra vez a misa, y
viendo que todos van a mojar los dedos en la pila de agua bendita para
santiguarse, metió él toda la mano creyendo que era un plato de tajadas. Y al
ver que salía chorreando el agua, dijo:
-¡Quien se ha comido las tajadas que se sorba
el caldo! ¡Lo que hace el venir tarde! ¡Mañana ya vendré más pronto!
Y se puso a oír misa en medio del cuerpo de
la iglesia, entre las mujeres. Y como su madre le había dicho que hiciera todo
lo que viera hacer, se fijó en lo que hacía el señor cura, que se arrodillaba y
el monaguillo le levantaba la casulla. Y va el tonto y coge las faldas de una
mujer y se las pone a la cabeza. Al reñirle los que estaban a su lado y
preguntarle que por qué hacía eso, el tonto les dice:
-¿Pa qué se lo hacen a aquel hombre que está
allá arriba? ¡Más vale que no nos volviera el trasero y no se pusiera la camisa
encima la chaqueta!
A volverse el señor cura pa icir «Dominus
Vobiscum», creyendo que le amenazaba a él, le dice:
-¡Si me vuelves a amagar, te suelto el porro!
Los que estaban a su lao le reprendían, pero
él decía:
-¡Me da la gana!
Y viendo que al terminar la misa se volvió el
cura para echar la bendición, el tonto le soltó el porro y pegó en una lámpara
que había en medio de la iglesia y gritó:
-¡Si no es por la changarra, qué palo te
clavo!
Peñafiel,
Valladolid. Mariano
Ruiz Salinero. 27
de abril, 1936. Dulzainero,
58 años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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