394. Cuento popular castellano
Era una mujer muy guapa en un pueblo, y la
cortejaban tres, el cura, el sacristán y el organista. Ella se lo dijo a su
marido, y él la dijo que bueno, que les citara a horas diferentes, por la noche,
primero al cura, después al sacristán, y luego al organista.
El marido se escondió, y cuando vino el cura,
salió del escondite y le hizo que le diera todo el dinero que llevaba encima.
Y le dejó marcharse. Después vino el sacristán y pasó lo mismo. Y se marchó
éste. Y llegó el organista. Y como éste no tenía dinero, se enfadó el marido.
Le hizo bajar los pantalones y le puso una vela en el culo para que alumbrara
mientras cenaban.
Llegó el domingo, y ella, con el dinero que
les había cogido el marido, se hizo un traje y fue a misa muy retuntante. Y al
volverse el cura a decir «Dominus vobiscum», al verla tan llamativa, se le fue
el santo al cielo y dijo:
-¡Qué guapa va la María !
Y el sacristán, que lo oyó, lo recordó todo,
y contestó:
-Con tu bolsa y con la mía.
Y el organista, que les oyó, se puso a
contestar desde el órgano:
-Yo que no tuve dinero, ¡puse el culo por
candelero!
Burgos,
Burgos. Ecequiela Manero. 1 de junio, 1936. 50 años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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