404. Cuento popular castellano
Antiguamente, como confesaban todos los
animales, llegó a confesar un lobo. Le preguntó el señor cura qué costumbre de
carne tenía. Y le contestó el lobo que según salía; el día que le salía un
carnero, un carnero, y si le salía cordero, cordero; y algunos días, nada. Y
le dice el señor cura:
-Es un exceso grande el que usted hace con
tanta carne. No debe usted de comer más que libra y media cada asentada; y debe
usted de pasarlo un poco por la lumbre.
El lobo, que cogía una res y alcanzaba a ver
lumbre muy largo, lo ponía mirando hacia la lumbre y decía:
-¡Ya está bien! Ya se puede comer.
Llega a un sitio que había una burra con un
buche pequeño y dice el lobo:
-¡Pues lo que me ha dicho el señor cura, que
no coma más que libra y media todos los días! Pues, justo, justiño: ¡una libra
la burra, y media el burriñe! (buche).
Arahuetes,
Segovia. Faustino Blas Ballesteros.
26
de marzo, 1936. 60 años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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