244. Cuento popular castellano
Éste era un padre que vivía en un pequeño
cortijo con varios hijos de familia. Se dedicaba a la recría de ganado y al
cultivo del campo. En una ocasión el padre mandó al Pelón, que así llamaban a
uno de sus hijos, con unos cerdos a pastar al pie de la carretera. Y llegaron
los reyes de paseo y viendo al muchacho, le preguntaron:
-¿De dónde eres, Peloncín?
-De la cabeza, señor.
-Hombre, te digo que de qué pueblo eres.
-De esa aldea próxima.
-¿Tienes padre y madre?
-Sí, señor.
-¿Y tu padre?
-A apreciar un daño que se han comido las
cabras esta mañana.
-¿Y tu madre?
-A hiñir el pan que nos comimos la otra
semana.
-¿Tienes hermanos y hermanas?
-Sí, señor.
-¿Y tu hermana?
-Cuidando por los menesteres de la casa.
-¿Y tu hermano?
-Está a perderse o a ganarse.
-Y ¿qué es perderse o ganarse?
-Pues está a casarse: si encuentra buena
mujer, gana; si la encuentra mala, pierde.
Y entonces le dice el rey:
-Muy bien. Eso me parece muy bien. En lo que
no veas mi cara trece veces, no se lo vuelvas a decir a nadie porque voy a ver
si mis consejeros lo aciertan.
Al volver a palacio, el rey forma consejo y
indica a todos sus consejeros a ver quién es el que le adivina lo que es
perderse o ganarse en el plazo de cuarenta y ocho horas. Sus consejeros se
quedaron muy preocupados, pues nadie podía adivinarlo. Mas uno de ellos, para
distraerse, sale con un hermoso caballo al campo, y al pasar por donde el
Pelón, se le cae el sombrero. Y al arrimarse el Pelón al caballero con el
sombrero, le dice:
-Parece ser que el señor va muy apresurado.
Sin duda va en busca de algún pensamiento. Quizás yo, si el señor fuese tan
bondadoso, yo le podría decir lo que ustez busca.
-Es muy difícil, Pelón, porque salgo de
palacio en espera de un consejo, lo que tú no me puedes dar.
Contestó el Pelón:
-Quizá venga buscando el consejo que ayer
mismo le di a su Real Majestaz el Rey, que le indiqué lo que era perderse o ganarse.
Y si ustez me da catorce duros, yo se lo diré a ustez.
Y entonces el señor le larga las catorce
monedas, y el Pelón le dice lo que es perderse o ganarse. Y entonces el señor
rápidamente se marcha a palacio. Llega a palacio y entonces el rey forma
consejo otra vez. Y el caballero le dice al rey que él sabe lo que es perderse
o ganarse: que es ir a casarse: si encuentra buena mujer, gana; y si la
encuentra mala, pierde. Y entonces el rey le dice:
-A ti, ¿quién te lo ha dicho?
-A mí, nadie.
En busca del Pelón el rey con sus consejeros.
-¿Le ha dicho a este señor lo que es perderse
o ganarse?
-Sí, señor.
-¿No te he dicho que en lo que no veas mi
cara trece veces, no se lo tenías que decir a nadie?
Y entonces el Pelón saca las catorce monedas
con la cara del rey y le dice:
-¿Es ésta su cara?
Contestación del rey que sí. Y entonces le
cuenta las monedas y dice:
-Trece, más uno; me sobra.
Y entonces fue cuando le dice el rey:
-Por lo listo que eres, vente conmigo.
Cuéllar,
Segovia. Hombre
de unos 55 años. 21
de abril, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
No hay comentarios:
Publicar un comentario