310. Cuento popular castellano
En el pueblo de Malpeceres había un pastor
buen mozo que se quería casar con dos hermanas. Y su padre le decía:
-Pero, hombre, ¿tienes vergüenza?
-Pero usted, ¿qué me dice? ¿Usted cree que yo
con una mujer tengo para mi vida bastante?
-Hombre, está bien; pero si termina la una,
te casarás con la otra, que las dos a la vez no se puede conceder.
Y el pastor, al fin y al cabo, se casó con
una de las hermanas. Y a los cuatro días quería tener un hijo. Tanto la suegra
como su mujer le decían que eso no podía ser. Y él, cuando venía de con el
ganado, siempre preguntaba que si tenían algún niño. Ya tanto molestarla, había
en el pueblo una vieja que se llamaba la tía Lucrecia. Y consultaron con ella:
-Mire usted, que me da mala vida mi marido y
nos hemos casao hace cuatro días.
-Pero tonta, y ¿por qué?
-Pues, porque quiere que tengamos un niño.
-Calla, tonta; yo te lo arreglaré. Mira,
mañana, cuando se vaya al monte con las ovejas, le dices que no te castigue,
que cuando venga, ya tienes un niño.
En efecto, al día siguiente, llaman a la tía
Lucrecia. Y cogen al gato de la casa y le envuelven en mantillas con un gorro.
Y se mete la mujer en la cama con él. Y llega el pastor.
-Mira, Gorgundóforo, ya tenemos un niño.
-¡Hombre!
Y el pastor, loco de alegría, sube en seguida
a quererle. En esto le va a sacar de la cama y al cogerle, huye el gato,
dejando los pañales envueltos. Y dice el pastor:
-¡Oy, qué niño más guapo! ¡Qué ojos tenía! Y
pregunta que cómo se llamaba.
-Serafín.
Y Serafín corría por los tejados. Y el pastor
sale diciendo:
-.¡Ven aquí, niño, Serafín! Éste es tan listo
como su padre. Ya le tira la intención de marcharse a buscar el ganado. Y le
dice la tía Lucrecia:
-Mira, Gorgundóforo; para que veas lo que es
tener un hijo que está ya cuasi criado, corre como un gamo por los tejados.
Éste es el cuento de Gorgundóforo.
Cuéllar,
Segovia. Mariano,
señor de unos 55 años. 22
de abril, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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