401. Cuento popular castellano
En un pueblo quería el sacerdote hacer muy
sensacional el sermón de la
Pasión , y le encargó al sacristán que desfigurase todo lo que
pudiera una efigie del señor para que cuando él predicase el sermón de la Pasión , al llegar a las
palabras de que por nuestros pecados se había desfigurado terrible-mente el
señor, el sacristán descorriera la cortina para que le haría. sensación al
pueblo.
Empieza el párroco su sermón, y al llegar a
las palabras, «Tan desfigurado está que no le conoceréis», descorre el
sacristán la cortina, y ve con asombro el párroco que había vestido la imagen
de guardia civil. Y asombrado, el párroco añadió:
-¡Pues, tan desfigurado está que yo tampoco
le conozco!
Burgos,
Burgos. Ecequiela Manero. 2 de junio, 1936. 50 años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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