343. Cuento popular castellano
Había uno en un pueblo que le llamaban el tío
Zumbones. Y compró un burro que le costó trescientos reales. Y los chiquitos y
todos los jóvenes le iban preguntando:
-Tío Zumbones, ¿cuánto le ha costado el
burro?
El tío Zumbones callaba; claro, no les decía
nada. Y volvían otra vez los chicos:
-Tío Zumbones, pero ¿cuánto le ha costado el
burro?
El otro, andar y callar. Y todos los días
volvían con la misma' pregunta:
-Tío Zumbones, ¿cuánto le ha costado el
burro?
Conque fue un día a la iglesia cuando tenían
rosario y novena, y después que concluyó la función y salió toda la gente, él
se quedó debajo de las escaleras del campanario. Ya el sacristán cerró la
puerta, y cuando ya estaba mitad caminO de su casa, el tío Zumbones sale y
toca la campana de la iglesia: ¡Tan, tan! ¡Tan, tan!
-¡Que salga el que sea!
Y nadie salía. Conque volvió a cerrar otra
vez la puerta. Se vuelve a marchar, y otra vez: ¡Tan, tan! ¡Tan, tan!
A medio camino, que vuelve otra vez a tocar
la campana. Conque vuelve el sacristán a ver qué ocurre. Abre la puerta y
dice:
-¡Que salga el que sea!
Y nadie salió. Entonces él recorre toda la
iglesia -rincones, confesonarios-, y no vía a nadie. Vuelve a salir, y otra
vez: ¡Tan, tan! ¡Tan, tan!
Ya sale el señor cura de su casa y le dice al
sacristán:
-Hombre, ¿qué es lo que pasa, que has tocado
tres veces la campana?
-Pues, no sé. Mire; pasa esto: que he venido
tres veces y no encuentro a nadie.
Y entonces dice el cura:
-Pues, vamos, vamos a la iglesia. Me voy a
revestir, por si acaso sea un ánima del otro mundo que quiera alguna cosa.
Van a la iglesia, sale el cura de la
sacristía, revestido, y dice:
-Si eres ánima del otro mundo, di lo que
quieres. Y respondió con voz apagada, como un ánima, el tío Zumbones:
-Sí, deseo que venga todo el pueblo aquí.
Conque el cura avisó a todo el pueblo. Y
vinieron todos. Y claro, al avisarles, les decía el cura que había un ánima
que deseaba que estaría todo el pueblo allí. Y entonces unos y otros decían:
-¡Ay, yo que prometí una misa a mi padre, y
no se la he dicho!
-¡Ay, yo que prometí una novena, y no se la he dicho!
-¡Ay, si serán mis ánimas!
Ya reunidos en la iglesia, dice el señor
cura:
-¡Anima del otro mundo, ya está aquí todo el
pueblo! Y salta el ánima:
-No, falta la tía Lepras.
-¿Cómo va a venir aquella mujer -decía el
señor cura, tantos años imposibilitada en la cama?
Y entre cuatro hombres la trajeron en un
colchón.
-¡Vaya, ánima del otro mundo! ¡Ya está aquí
la tía Lepras! Conque ya salió el tío Zumbones de debajo las escaleras del campanario
y dice:
-Trescientos reales me ha costado el burro.
¿Lo sabéis todos?
¡Para que no me lo volváis a preguntar!
Y se metió el cura bufando en la sacristía a
quitarse los hábitos.
-¡Mira qué tío bruto! ¡Mira qué tío Zumbones,
que nos ha hecho venir a decirnos esto!
Covarrubias,
Burgos. Faustina
Núñez. 5
de junio, 1936. 74
años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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