Un buen día, el gran
Señor del Mundo, Obataló, decidió delegar en otra persona la responsabilidad
del gobierno del universo. El primero en quien pensó fue en su fiel ayudante,
Orula. Pero Orula era aún muy joven y Obatalá temía que no tuviese suficiente
experiencia para una tarea tan complicada. Por ello, decidió poner a prueba su
sabiduría. Llamó a Orula y le ordenó que preparase la mejor comida que pudiera
imaginar.
Orula obedeció y fue al
mercado. Miró a su alrededor para ver qué podía comprar y, al fin, eligió una
lengua de vaca. De vuelta a casa, la cocinó, la condimentó y, después, se la
llevó al gran soberano. Obatalá probó la lengua y se quedó satisfecho. Jamás
había comido nada tan bueno.
Al terminar, llenó de
elogios a Orula y le preguntó:
-Dime, Orula, ¿por qué
elegiste la lengua cuando fuiste al mercado?
-Gran Señor -replicó
Orula, la lengua es algo muy importante. Con la lengua se puede elogiar un
buen trabajo y agradecer a quien hace una buena acción. Con la lengua puedes
dar buenas noticias y guiar a los pueblos por el camino justo. Y, por fin, con
la lengua puedes promover a un hombre y hacer de él un jefe.
-Todo lo que has dicho es
verdad -observó Obatalá y pensó: «Realmente Orula es un hombre de gran
sabiduría».
Pero el Gran Señor
decidió que pondría a prueba a Orula una vez más y le dijo:
-Me has preparado la
mejor comida del mundo. Ahora quiero que me prepares lo peor que puedas
imaginar.
Orula fue de nuevo al
mercado. Miró a su alrededor para ver qué había y acabó comprando de nuevo una
lengua. La llevó a casa, la cocinó, la condimentó y se la sirvió a Obatalá.
Cuando el Gran Señor vio
que de nuevo había una lengua en su plato, se sintió muy sorprendido y exclamó:
-La primera vez me trajiste
la lengua como lo mejor del mundo. Ahora me la traes como lo peor. ¿Quieres
explicarme por qué?
-Gran Señor -replicó
Orula, la lengua es algo muy importante. Con la lengua puedes desacreditar el
trabajo de un hombre y destruir su reputación. Con la lengua puedes llevar a
un pueblo a la destrucción y privarlo del sustento. Con la lengua puedes
traicionar a tu país y llevar a la patria a la esclavitud.
-Todo lo que has dicho es
verdad. A pesar de tu juventud, eres un hombre de gran sabiduría -dijo Obatalá
Y dejó el gobierno del
mundo en sus manos.
027. anonimo (cuba)
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