‑Pastor,
que estás en la sierra ‑ de amores tan retirado,
yo
quisiera preguntarte ‑ si tú quieres ser casado.
‑Yo
no quiero ser casado, ‑ contesta el villano vil,
tengo
el ganado en la sierra, ‑ y adiós que me quiero ir.
‑Porque
estás acostumbrado ‑ a comer galleta gruesa,
si
te casaras conmigo ‑ comerías pan de cerveza.
‑No
quiero pan de cerveza, ‑ contesta el villano vil,
tengo
el ganado en la sierra, ‑ y adiós que me quiero ir.
‑Porque
estás acostumbrado ‑ a ponerte chamarretas,
si
te casaras conmigo ‑te pondrías camisetas.
‑No
quiero tus camisetas, ‑ contesta el villano vil,
tengo
el ganado en la sierra, ‑ y adiós que me quiero ir.
‑Si
te casaras conmigo ‑ mi padre te diera un coche,
para
que vengas a verme ‑ los sábados en la noche.
‑No
quiero ninguna cosa, ‑ contesta el villano vil,
ni
prenda tan amorosa ‑ necesito para mí.
‑La
señorita Fulana ‑ no se fíe del pastor,
porque
criados en el campo ‑ no saben lo que es amor.
Fuente: María Luísa Miretti
028. anonimo (chile)
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