Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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lunes, 30 de julio de 2012

Cuento del gallito pelao


Había una vez un gallito que iba tan contento a la fiesta del pueblo de San Ignacio.
En medio del camino, se le apareció el zorro, que le preguntó:
-¿Adónde vas, gallito pelao?
-A la fiesta de San Ignacio.
-¿Me llevas?
-Bueno -le contestó el gallito.
-¿Y cómo lo vas a hacer?
Y el gallito pelao contestó:

-Éntrate por mi culito
y tráncate con un palito.

El zorro así lo hizo, y el gallito siguió su camino.
Un poco más adelante, se encontró con el tigre.
-¿Adónde vas, gallito pelao?
-A la fiesta de San Ignacio.
-¿Me llevas?
-Bueno -le contestó el gallito.
-¿Y cómo lo vas a hacer?
Y el gallito pelao contestó:

-Éntrate por mi culito
y tráncate con un palito.

El tigre así lo hizo, y el gallito siguió su camino hasta que llegó a un río de vivas aguas. Metió las dos patitas, pero la corriente se lo quería llevar y el gallito gritó:
-¡No me lleves, agua! ¡No me lleves!
Pero el agua no le escuchaba y se lo quería llevar. Así que el gallito pelao se enfadó y le ordenó:

-Éntrate por mi culito
y tráncate con un palito.

Y se tragó toda el agua. De este modo, pasó al otro lado del río. Siguió su camino, y, más adelante, el dueño de una granja lo vio tan lindo que se lo llevó. Lo metió en el gallinero con todas las gallinas.
A media noche, el gallito pelao dijo:
-¡Quiquiriquí, pongo orden aquí!
Y soltó al zorro, que se dio un estupendo banquete, pues se comió todas las gallinas.
El granjero se llevó un gran susto al día siguiente y dijo enfadado:
-Le voy a poner con las vacas, para que lo corneen.
Y lo puso en el potrero.
A media noche, el gallito pelao dijo:
-¡Quiquiriquí, pongo orden aquí!
Y soltó al tigre, que se dio un gran banquete y se comió todas las vacas.
Al día siguiente, el granjero dijo horrorizado:
-¡Este gallo es el diablo!
Y mandó prender fuego en el horno para asarlo.
Cuando el horno estaba bien caliente, metió al gallo adentro.
El gallito dijo:
-¡Quiquiriquí, pongo orden aquí!
Y soltó el agua del río hasta que el fuego se apagó y la granja se inundó.
De esta manera, pudo continuar felizmente su camino hasta la fiesta.
Se acabó el cuento, y no te miento.

015. anonimo (argentina)

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