El ratoncito fue a hacer
una visita a la gata y la encontró en el umbral de su casa ronroneando y
tejiendo con mucho empeño.
Dijo el ratón:
-¿Qué haces, querida
amiga, qué haces ahí con tanto esmero?
La gata respondió:
-Me hago un suéter,
querido amigo, un suéter y unas medias para cuando venga el frío.
Dijo el ratón:
-Que os duren mucho,
querida amiga, que os duren muchos años más.
La gata respondió:
-Durarán, durarán,
querido amigo, hasta que se rompan y no sirvan más.
Dijo el ratón:
-Justamente ayer, querida
amiga, justamente ayer he limpiado mi casita.
La gata respondió:
-Estará, pues, muy
limpia, querido amigo, seguro que estará muy limpia y muy bonita.
Dijo el ratón:
-He encontrado una
moneda, querida amiga, he encontrado una moneda de plata de ley.
La gata respondió:
-Entonces eres rico,
querido amigo, entonces eres rico y vives como un rey.
Dijo el ratón:
-He ido al mercado,
querida amiga, con la moneda de plata he ido al mercado.
La gata respondió:
-Qué bonito paseo,
querido amigo, qué bonito paseo habrás dado.
Dijo el ratón:
-He comprado queso y un
poco de afrecho, querida amiga, con la moneda de plata, queso y afrecho.
La gata respondió:
-Buen provecho, querido
amigo, imagino que estarás muy satisfecho.
Dijo el ratón:
-He puesto todo en la
ventana, querida amiga, lo he dejado todo en la ventana.
La gata respondió:
-En la ventana, querido
amigo, la comida se mantiene más fresca y más sana.
Dijo el ratón:
-Se la ha comido la gata,
querida amiga, la gata se la ha comido.
La gata respondió:
-Y a ti también te
comeré, querido amigo, ratoncito presumido.
Se abalanzó entonces
sobre el ratón y en un bocado...
039. anonimo (inglaterra)
No hay comentarios:
Publicar un comentario