293. Cuento popular castellano
Éste era un matrimonio. Y vivían muy mal y
tenían muy poco que comer. Y un día va el marido, cansado y desesperado, y dice
a la mujer:
-Mira, esta noche me tienes que hacer tres buevos
de cena. Dice ella:
-¡Ay, no, no! Yo no te hago tres buevos de
cena, que es muy caro.
Y el marido la decía que sí, que se los tenía
que hacer. Y ella decía que no. Y se enfadó tanto el marido que la pegó una
zurra. Y ella decía que aunque la pegara tres, que no se los hacía. Y entonces
dice él:
-Pues ahora me muero.
Y se hizo el muerto. Y ella, pues, creyó que
estaba muerto. Llamó a toda la gente y fueron a consolarla. Y fue el cura. Y
por la tarde sacaron el cuerpo del fingido difunto para darle sepultura. Y
cuando le llevaban en la cajaa al cementerio, pasaron por un castaño. Y se
puso de pie el marido, se agarró a las ramas y se quedó subido en el castaño.
La gente del entierro se echó a correr. Y
cuando estaba sola la mujer, se la presentó el marido. .Y fue el marido y la
dio otra zurra. Y la dijo:
-Ahora tienes que hacerme los tres buevos.
Y fue ella y se los tuvo que hacer.
Y ya, desde aquel día, todos los días la
pegaba. Y ya se murió el marido de verdaz. Y ya llegó el cura y todo y sacaron
la caja para llevarle al cementerio. Y al pasar por el castaño, gritó la mujer
a los que llevaban la caja:
-¡No me le arriméis por el castaño, no sucede
lo que antaño!
Medina
del Campo, Valladolid. Julia,
señora de unos 55 años. 9
de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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