442. Cuento popular castellano
Ahora que vengo despacio, les voy a contar a
ustedes el cuento de las mentiras.
Por el mar corren las liebres, por el
rastrojo los peces, por el monte las anguilas se cogen con engarillas.
Yo cogí una engarillada, sesenta libras
pesaba, y me fui por un camino muerto de hambre y merendando.
Me encontré con un peral que unas manzanas
tenía; tiré un cantito a las nueces y cayeron avellanas.
Viene el amo del guindal diciendo que tal y
cual, que por qué cogía uvas, si era suyo el patatar.
Tiré
un cantito,
me
dio en un nudillo;
me
hice sangre en un tobillo.
Me
fui a curar
a
una venta que allá había; el ventorro está de parto, la ventorra estaba a arar.
Los perros cacaritean, las gallinas a ladrar,
las ovejas van a misa, las mocitas a pastear.
¡Quién fuera pastor de ellas para poderlas
guardar!
Peñafiel,
Valladolid. Fernando
Álvarez Gallego. 29
de abril, 1936. 12
años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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