Los chorizos para mayo

339. Cuento popular castellano

Una mujer tenía un hijo muy bobo. Y el padre era labrador. Y un día le dice la madre:

-Mira, hijo mío; te estás en casa, porque voy a llevar la co­mida a tu padre. Y ten cuidao; no des los chorizos a nadie. Los queremos para allá alante, pa mayo.

Y el chico contesta:

-Bueno, madre, bueno.

Se marchó su padre. Al poco tiempo fue un pobre a pedir, y le dice el chico:

-¿Se llama ustez mayo?

-¿Por qué, hijo, por qué?

-Porque yo quería saberlo. Ustez dígame si se llama mayo.

-Pero, dime el porqué.

-Porque me ha dicho mi madre que no dé los chorizos a na­die, que los deje pa mayo.

Y el pobre contesta que sí. Coge el chico los chorizos y se los da. Y el pobre se marchó muy contento. Fue la madre a casa, la dice el chico:

Y

-Madre, ya vino mayo.

-Pero, ¿qué dices, hijo?

-Que ya llegó mayo.

-Pero, ¿cómo va a llegar mayo?

-¡Que sí, madre, que sí, que le he dao yo los chorizos!

-Pero, hijo mío, ¿qué has hecho? ¿No te dije que no se los

darías a nadie, y los dejarías para allá alante, pa mayo? Y el chico contesta:

-Pero ¡si ya vino mayo, madre, y por eso se los di!

-¡Ay, qué hijo más tonto tengo yo! ¡Vamos a buscarlos, hijo! ¡Vamos a burcarlos!

Y la madre se fue por un sitio, y él se fue por otro. Y al llegar a un espino, llama el chico a la madre con grandes voces:

-¡Madre, madre! ¡Corra!

Echa a correr la madre, y, corriendo, decía:

-¡Vaya, ya los encontró el hijo!

Y al llegar la madre, le dice:

-¿Qué querías, hijo?

-Pues, nada, que digo yo, madre, que si no se espinaría el perro que cagó aquí.

Y la madre contesta:

-Pero ¡qué hijo más bobo, Dios mío!

Y se fueron para casa, y no los encontraron.

Quintana Díez de la Vega, Palencia. Daniela Díez. 20 de mayo, 1936. 38 años.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo                                                            

058. Anonimo (Castilla y leon)