223. Cuento popular castellano
Pan mató a Panda, Panda mató a tres. Tres
mataron a siete. Tiré al que vi. Maté al que no vi. Comí carne que no fue
nacida ni criada, con palabras de Dios asada. Pasé por un duro. Debajo del duro
un blando. Había un difunto y dos que le estaban velando.
Un matrimonio tenía un hijo tonto y para
darle la muerte sin que nadie lo supiese le hicieron una tortilla envenenada
metida en un pan y le dijon:
-Sube en la burra y llévate esta merienda
para que meriendes en el campo.
El chico, el tonto, obedeció. Pero dejó la
burra y la tortilla y se marchó a jugar. La burra, la llamaban Panda. Al
retirarse el tonto, la burra se comió la merienda y se envenenó. Una vez
muerta, fueron tres bichos a comer de la burra y se murieron. Pasaron siete
ladrones y se comieron los bichos y se envenenaron. Luego él se fue a casa,
tiró a una liebre, pero mató otra -tiró al que vio y mató al que no vio; y la
abrió, sacando la cría, y la asó con hojas de un misal. Pasó un puente; debajo
del puente estaba el río, que es el blando. Allí había una caballería y dos
lobos comiendo de ella.
Nava
de la Asunción ,
Segovia. Pedro
García de Diego.
17
de abril, 1936. Posadero,
75 años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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