248. Cuento popular castellano
Era un hombre que le llamaban Juan sin
Cuidaos. Y llegó ese nombre a los oídos del rey, y dice a sus ministros:
-¿Cómo es eso, que se llama Juan sin Cuidaos?
Le dijeron:
-Pues, no sabemos. Le llaman así.
-Pues, mándenle a llamar.
Conque fue Juan sin Cuidaos a palacio, y le
mandaron pasar onde estaba el rey. Y le dijo el rey que cómo era el llamarse
Juan sin Cuidaos.
-Pues mire ustez -dice-. Porque yo no tengo
ningún cuidao, ni tengo que pensar en nada.
-¡Ah! ¿es por eso? -dice el rey. -Si, señor
-dice.
-Bueno, pues yo le voy a dar a ustez tres
cuidaos, con condición que si no me los resuelve ustez, se le quita la vida. Y
le doy tres días para que lo piense. Lo primero: saber lo que pesa la tierra.
Lo segundo: saber lo que yo valgo. Y lo tercero: saber lo que yo pienso.
Conque se fue mi Juan sin Cuidaos a casa
llenito pena, porque decía que cómo iba a saber él lo que valía el rey, ni lo
que pesaba la tierra, y menos lo que él pensaba, que cómo lo iba a saber él. Y
estaba tan pensativo y tan triste que un criao que tenía, como nunca le había
visto ni triste ni pensativo, le dijo que qué le pasaba. Y le contó a él lo que
le había dicho el rey.
-¡Hombre! -le dice el criao. Y ¿eso le tiene
a ustez tan triste y tan pensativo?
-¡Qué hacer! -dice, si me han dao tres días
de tregua, y si no, que me quitan la vida.
Y le dice el criao:
-¿Qué me da ustez y le saco a ustez de ese
apuro? Y dice Juan sin Cuidaos:
-Yo, lo que tú quieras.
-Pues, me va ustez a dar la mitaz de su
capital y el traje que tiene ustez puesto.
Efeztivamente, fue Juan sin Cuidados, se
quitó el traje y se le dio al criao.
-¿Y cuándo es cuando tiene ustez que ir a
palacio? Dice:
-Mañana.
-Bueno, pues me voy y ustez se queda aquí en
casa.
-Hombre, ¿y si vienen por mí y me llevan y me
quitan la vida?
-Ustez no se menea de casa.
Conque el criao se fue a palacio y dijo que
dijeran al rey que estaba allí Juan sin Cuidaos. En esto que estaban allí todos
los ministros con el rey.
-¡A ver!
Y le mandaron que pasara. Conque pasa Juan
sin Cuidaos y dice:
-¡Buenos días! Ya estamos aquí.
-¿Qué? ¿Lo trae usted todo bien pensao? Dice:
-Sí, señor.
-Bueno, pues vamos a lo primero: ¿cuánto es
lo que pesa la tierra?
Y dice el criao:
-Pues pa saber yo lo que pesa la tierra,
tiene ustez que quitar las chinas por su mano.
-Muy bien, muy bien -dijeron todos los
ministros.
-Bueno, vamos a lo segundo: saber lo que yo
valgo.
-Bueno, pues Cristo valió treinta monedas de
plata, conque
ustez no vale lo que Cristo: vale ustez
veinte y nueve y media.
-Muy bien, muy bien -dijeron todos los
ministros otra vez.
-Bueno, lo tercero: saber lo que yo pienso.
-Pues, piensa ustez que está ustez hablando
con Juan sin cuidaos y está hablando con su criao.
-Muy bien, muy bien -volvieron a decir todos
los ministros. Le dieron mucho dinero y se fue a contárselo a Juan sin Cui
daos. Y el amo y el criao vivieron muy felices y comieron muchas perdices y a
mí me dieron una patita y como no fui, no la comí.
Medina
del Campo, Valladolid. Julia,
señora de unos 55 años. 5
de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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