483. Cuento popular castellano
Ésta era una abuelita que tenía tres nietas.
Y un dia las dijo:
-Os voy a echar a cada una una tarea. Y la
que primero acabe, la daré pan y miel.
A una, a la mayor, la puso a hilar, la del
medio a coser y la pequeñita a hacer media. Terminó la pequeña:
-Abuelita, ya he acabao mi labor.
-Bueno, pues anda, vete a la otra casa y ya
sabes dónde está la miel. Coges un pedazo de pan y te le echas un poco de miel;
no eches mucho.
Bueno, va la niña a subir; pero al entrar en
la otra casa estaba allí el tragaldabas y la dice:
-¡Pequeña, por ser la pequeña, no subas aquí
’rriba, que soy el tragaldabas y te tragaré!
Pero la niña no hizo caso y subió. Y el
tragaldabas se la tragó.
Bueno, como tardaba, sus hermanas dijeron:
-¿Cómo no vendrá nuestra hermana? Bueno,
terminó la del medio:
-Abuelita, ya acabé mi labor. Pero mi hermana
no ha venido. Su abuela la contestó:
-Te estará esperando; anda, vete a ver y tú
también coges pan y miel. Tampoco, no te eches mucho.
Va la niña, se pone a la puerta, y dice lo
mismo el tragaldabas:
-¡Del medio, por ser la del medio, no subas
aquí 'rriba, que soy el tragaldabas y te tragaré!
Pero tampoco la del medio hizo caso; subió y
el tragaldabas se la tragó.
-Abuelita, pero mis hermanas, ¿cuándo
vendrán?
-Te estarán esperando.
-Bueno, pues ya me falta poco, abuelita.
Cuando acabe, voy a buscarlas.
Acabó.
-Abuelita, ya lo acabé.
-Bueno, pues anda a que te den tus hermanas
pan y miel. Bueno, va a la otra casa y dice el tragaldabas:
-¡Mayor, por ser la mayor, no subas aquí
'rriba, que soy el tragaldabas y te tragaré!
Pero la hermanas mayor no hizo caso tampoco;
subió y se la tragó el tragaldabas.
Bueno, al pasar ya un rato la abuelita dice:
-Pero, ¿cuándo vendrán las niñas?
Y ya, al tardar, va ella, se pone a la puerta
y dice el ragaldabas:
-¡Abuelita, por ser abuelita, no subas aquí
'rriba, que soy el tragaldabas y te tragaré!
Pero ésta no subió y se pone a la puerta a
llorar. Pasa un buey:
-Abuelita, ¿porqué lloras?
-Porque en esta casa hay un tragaldabas y me
ha tragao tres nietecillas.
-No te apures, que yo subo y le mato.
Sube el buey y le dije el tragaldabas:
-¡Buey, por ser buey, no subas aquí 'rriba,
que soy el tragaldabas y te tragaré!
Y subió el buey y se le tragó. Bueno, pasó un
rebaño de ovejas:
-Abuelita, ¿por qué lloras?
-Porque en esta casa hay un tragaldabas; me
ha tragao tres nietecillas y ha subido un buey y también le ha tragao.
-A nosotras no, como somos muchas, no nos
traga y la matamos.
Subieron y les dice el tragaldabas:
-¡Ovejitas, por ser ovejitas, no subáis aquí
'rriba, que soy el tragaldabas y os tragaré!
Pero las ovejas subieron y las tragó.
Pasa un batallón de soldados.
-Abuelita, ¿por qué lloras?
-Porque en esta casa hay un tragaldabas; me
ha tragao tres nietecillas y ha subido un buey y también le ha tragao y ha
subido un rebaño de ovejas y también las ha tragao.
-Ay, a nosotros no, porque con las espadas le
mataremos. Subieron y les dice el tragaldabas:
-¡Soldaos, por ser soldaos, no subáis aquí
'rriba, que soy el tragaldabas y os tragaré!
Subieron y con las espadas y carabinas allá
los tragó a todos. Bueno, ya pasa una hormiguita.
-Abuelita, ¿por qué lloras?
-Porque en esta casa hay un tragaldabas; me
ha tragao tres nietecillas; ha subido un buey, también le ha tragao; ha subido un
rebaño de ovejas, también las ha tragao; ha subido un batallón de soldaos,
también los ha tragaó.
-¡Ay, a mí no me traga! ¡Yo le mato!
-¡Ay, por Dios, una hormiguita! ¡No puede
ser!
-¡Sí, sí, que le mato! ¿Cuánto me das?
-Si le matas, te daré una fanega de trigo.
-¡No, mi molinillo no muele tanto, mi
costalillo no coge tanto, no coge tanto!
-Te daré media fanega.
-¡No, mi molinillo no muele tanto, mi
costalillo no coge tanto, no coge tanto!
-Te daré tres celemines.
-¡No, mi molinillo no muele tanto, mi
costalillo no coge tanto, no coge tanto!
-Te daré cuartillo y medio.
-¡No, mi molinillo no muele tanto, mi
costalillo no coge tanto, no coge tanto!
-Te daré un cuartillo.
-¡No, mi molinillo no muele tanto, mi
costalillo no coge tanto, no coge tanto!
-Te daré veinticuatro granillos.
-¡No, mi molinillo no muele tanto, mi
costalillo no coge tanto, no coge tanto!
-Te daré doce granillos.
-¡No, mi molinillo no muele tanto, mi
costalillo no coge tanto, no coge tanto!
-Te daré seis granillos.
-¡No, mi molinillo no muele tanto, mi
costalillo no coge tunto, no coge tanto!
-Te daré tres granillos.
-¡Mi molinillo sí muele tanto, mi costalillo
sí coge tanto, sí coge tanto!
Subió y la dice el tragaldabas:
-¡Hormiguita, por ser hormiguita, no subas
aquí 'rriba, que soy el tragal-dabas y te tragaré!
Subió, se le metió pol culo y cagó a las
nietecillas, cagó el buey, las ovejas, los soldaos, con sus espadas y sus
carabinas y su armamento, y a él le mataron y le quemaron. Y todos ya tan
contentos, vivieron felices, comieron perdices y a mí no me dieron porque no
quisieron.
Astudillo,
Palencia. Srta.
de Ercilla. 13
de mayo, 1936. 70
años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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