256. Cuento popular castellano
Iba el señor Obispo paseando por una
carretera, y próximo a ella había un zagalito cuidando su rebañillo de ovejas.
Y al verlo el señor Obispo, mandó parar el coche, se apeó y se llegó al zagalitó.
Se puso a hablar con él y le dice:
-Oye, ¿a cuánto podrá valer cada res que
estás guardando?
Y el zagalito le contestó:
-Pues a cinco duros.
Y le dijo el señor Obispo:
-¿Y sabrías echar la cuenta de lo que
valdrían mil ovejas a cinco duros?
Le contestó el zagalito que no, que no lo
sabía. Y entonces le dijo el obispo:
-¿Y sabrías echarla de ciento, a cinco duros?
Y le contestó igual, que no.
-Pero hombre, ¿cómo estás así? Es una lástima
-dijo el señor Obispo. ¿No te han mandado a la escuela? Di a tus padres que a
ver si te pueden enviar a la escuela para educarte un poco. El zagalillo quedó
pensándolo un momento y luego le preguntó al señor Obispo:
-Diga usted, señor Obispo, ¿usted podría
decirme lo que podría valer un golpe de agua en general en el
mes de mayo? Y al contestarle el obispo que no, le dice el zagalillo:
-Pues entonces, estamos iguales, señor
Obispo.
Mota
del Marqués, Valladolid. Tomasa
Revuelta. 30
de abril, 1936. 12
años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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