235. Cuento popular castellano
En Cigales había una señora que era muy
dominante. Y esa señora iba a casarse ya de terceras nupcias. Y al futuro
marido, el pueblo le decía:
-No te cases con esa mujer. Esa mujer es muy
mala. Ha matao a dos maridos y tú, si te casas con ella, también te mata.
Él no hizo caso de nadie. Se transcurrieron
dos meses y se casó con aquella viuda. La señora viuda tenía un majuelo, y el
primer domingo de casarse, la dice él:
-Oye, fulana, ¿quieres que vayamos a ver el
majuelo? Dice:
-Bueno, vamos a ver el majuelo.
Se marcharon los dos montados en una burra
que él tenía. Llegaron al majuelo y ataron la burra a una cepa. Y dice el
marido:
-Mira, burra. Como comas la cepa, te mato. Y
la mujer le dice:
-¡Qué barbaro eres! Pues si le pones lo verde
a los morros, ¿cómo no lo va a comer?
Y dice él otra vez a la burra:
-Pues ya te advierto que no la comas. Y si la
comes, te mato... Bueno, bueno. Vamos a dar una vuelta al majuelo.
Volvieron de regreso de ver el majuelillo y,
efectivamente, la burra se había comido la cepa. Sólo quedaba el tronco. Y dice
el marido:
-Pero ¿no te dije que no comieras la cepa?
¿Por qué la has comido?
Y dice ella:
-Pero ¡bárbaro, animal! ¿Cómo no la iba a
comer? Pues si la has atao allí a la burra, tiene que comerla.
-Bueno, pues yo la dije que no la comiera.
Y ella insistió a volverle a llamar mótes.
¿Qué hace él? Saca la navaja del bolso y mató a la burra. Y la dice a la mujer:
-Si me hablas una palabra más, lo que he
hecho con la burra, hago contigo. Ahora ya estás cogiendo la albarda y al
pueblo con ella.
La mujer dominante tuvo que callarse la boca,
cogerse la albarda y volver al pueblo con ella. Y para llegar a su casa tenían
que pasar por el baile. El público que se entera:
-¡Anda, anda, fulano! ¿Cómo viene tu mujer
con albarda a cuestas? Creíamos que te iba a matar como a los otros maridos, y
parece que no es así.
-Es porque até la burra a una cepa y la dije
que no la comiera, que si la comía, que la mataba. No me ha obedecido y la
tuve que matar. Así que ella ha tenido que venir con la albarda a cuestas para
que otro día no sea dominante.
Quintanilla
de Trigueros, Valladolid. Señor
de unos 50 años. 11
de mayo, 1940.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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