Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

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viernes, 6 de julio de 2012

La chibiritaina .446

446. Cuento popular castellano

Había un sacerdote en un pueblo, y llegó un muchacho a su casa a pedir limosna. Como hacía mucho frío y el muchacho no tenía donde quedarse, le dijo el señor cura que se quedase en su casa. Después de darle de cenar, le mandó sentar a la, lumbre y le dijo:
-A ver si me vas a saber contestar a las preguntas que te voy a hacer.
Y fue y le preguntó:
-Mira, a ver si me dices cómo se llaman los que viven alre­dedor de nuestra casa.
-Vecinos -dice el muchacho.
-No, hombre, no; no se llaman vecinos; se llaman pepinos. Y pidió agua el muchacho.
-Hombre, eso no se llama agua; se llama templanza.
Y estaba el gato al lado del fogón. Y le dice el señor cura:
-Y esto, ¿cómo se llama?
Y le dice el muchacho :
-Gato.
-No -le dice el señor cura, no se llama gato; se llama zampagurriatos. Y esto, que estás aquí calentándote, ¿cómo se llama?
Y le dice el muchacho:
-Lumbre.
-No, hombre, no se llama lumbre; se llama alegría. Y esto, ¿cómo se llama?
-Hogar.
-No, hombre, se llama chibiritaina. Y yo ¿cómo me llamo?
-Usted, señor cura.
-No, hombre, no -dice. No me llamo señor cura; me llamo Zampalos-Dioses.
Bueno, y estaba el ama. Y le dice el señor cura:
-Y ésta, ¿cómo se llama? 
-El ama.
-No, hombre, se llama Página-nostra. Bueno, te vas a ir a acostar. Bueno, y esto, ¿cómo se llama?
-La cama.
-No, hombre, no; se llama la tumba de San Sebastián.
Bueno, ya se acostó. Durante la noche ataron al rabo del gato un tizón, y entró donde estaba el muchacho. El muchacho abrió la ventana, que su dormitorio daba a la calle, y empezó a vocear:
-¡Pepinos, acudir con la templanza, que el zampagurriatos lleva la alegría en el rabo, y se prende la chibiritaina, y el Zampa­los-Dioses está con la Página-nostra en la tumba de San Sebastián!
Y volvía a repetir:
-¡Pepinos, acudir con la templanza, que el zampagurriatos lleva la alegría en el rabo, y se prende la chibiritaina, y el Zampa­los-Dioses está con la Página-nostra en la tumba de San Sebastián!
Y ya se terminó el cuento.

Cuéllar, Segovia. Labradora, unos 60 años. 22 de abril, 1936.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo                                                            

058. Anonimo (Castilla y leon)


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