473. Cuento popular castellano
Una mariposita estaba barriendo su portal y
se encontró un ochavito.
-¿En qué lo gastaré? -se preguntó. ¿En
caramelos? ¡Ay, no, no, que me se caerán los dientes! ¿En una cintita para
ponerme guapa? ¡Sí, sí!
Y se compró una cinta y se la puso en el
pelo. Se miró al espejo y se vio muy guapa y se puso al balcón. Pasó por allí
un perro y la dijo:
-Mariposita, ¡qué guapa estás!
-¡Hago bien, que tú no me lo dar! ¡Si tú me
lo dieras, más guapa estuviera!
-¿Te quieres casar conmigo?
-¿Cómo vas a arrullar al niño cuando le
tengamos?
-¡Wau, uau!
-¡Ay, no, no, que le asustarás! Pasó por allí
un gato.
-Mariposita, ¡qué guapa estás!
-¡Hago bien, que tú no me lo das! ¡Si tú me
lo dieras, más guapa estuviera!
-¿Te quieres casar conmigo?
-¿Cómo vas arrullar al niño cuando le
tengamos?
-¡Miau, miau!
-¡Ay, no, no, que le asustarás!
Después, pasó por allí un ratoncito.
-Mariposita, ¡qué guapa estás!
-¡Hago bien, que tú no me lo das! ¡Si tú me
lo dieras, más guapa estuviera!
-¿Te quieres casar conmigo?
-¿Cómo vas arrullar al niño cuando le
tengamos?
-¡Ii, ü!
-¡Ay, sí, sí, sí!
Se casaron, y por la noche, cuando estaban
acostados, dice el ratoncito:
-¡Ay, mariposita! Yo tengo muchas ganas de
mear. Y le dice la mariposita:
-Abre la puerta y vete al corral.
Cuando salió, estaba allí el gato escondido,
y de un bocado se lo comió. Luego la mariposita, viendo que tardaba, le
llamaba.
-Juanillo, ¡cuánto tardas, que llora el niño!
Y el gato le contestaba:
-¡En mi trípoli, trípoli está!
-Juanillo, ¡cuánto tardas, que llora el niño!
Y el gato le contestaba:
-¡En mi trípoli, trípoli está!
Y salió la mariposita a buscar al ratoncito y
también se la comió el gato. Y colorín colorao, este cuento se ha terminado.
Pedraza,
Segovia. María
Pascual. 24
de marzo, 1936. 28
años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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