481. Cuento popular castellano
Era una mariposilla que estaba barriendo un
tejadillo. Y se encontró un ochavillo y dijo:
-¿En qué le gastaré? ¿En qué le gastaré? ¿Le
gastaré en caramelos? ¡No, no, que me llamarán golosa! ¿Le gastaré en
confites? ¡No, no, que me llamarán confitera! ¿Le gastaré en carne? ¡No, no,
que me llamarán tragadora! ¿Le gastaré en cintitas? ¡Sí, sí, para ponerme
majilla!
Y se compró las cintitas y se puso una en el
pico, otra en la patilla, otra en el ala y otra en la cola. Y se puso a la
puerta de su casa. Pasó por allí un buey.
-Mariposilla, ¡qué maja estás!
-¡Hago bien,
que tú no me lo das!
-¿Te quieres casar conmigo?
-¿Cómo vas a
arrullar al niño?
-¡Mu-u, mu-u!
-¡No, no, que me le despertarás!
Pasó por allí
un carnero.
-Mariposilla, ¡qué maja estás!
-¡Hago bien, que tú no me lo das!
-¿Te quieres casar conmigo?
-¿Cómo vas a arrullar al niño?
-¡Ba a a, Ba a a!
-¡No, no, que me le despertarás!
Y pasó por
allí un gato.
-Mariposilla, ¡qué maja estás!
-¡Hago bien, que tú no me lo das!
-¿Te quieres casar conmigo?
-¿Cómo vas a arrullar al niño?
-¡Miau, miau!
-¡No, no, que me le despertarás!
Bueno, pasó
por allí un ratoncillo.
-Mariposilla, ¡qué maja estás!
-¡Hago bien, que tú no me lo das!
-¿Te quieres casar conmigo?
-¿Cómo vas a arrullar al niño?
-Eia, eia.
-¡Sí, sí, pues ahora me caso contigo, me caso
contigo!
[Desde
aquí el cuento tiene dos terminaciones.]
Se casaron, llegó la noche y se fueron a la
cama. Y ya a medianoche dice el ratoncillo:
-Mariposilla, quiero mear; mariposilla,
quiero mear.
-Debajo la cama está el orinal; debajo la
cama está el orinal. Bajó el ratoncillo, estaba allí el gato y se le comió. Y
como tardába el ratoncillo, llamaba la mariposilla:
-Ratoncillo Pérez, ratoncillo Pérez. Y
contestaba el gato:
-¡Marramiau, marramiau, que en mi panza está!
¡Marramiau, marramiau, que en mi panza está!
* * *
(a) Se casaron, llegó la noche y se fueron a
la cama. Al día siguiente se levantan y la mariposilla se fue a la plaza y el
ratoncillo se quedó en casa.
-Mira, no vayas a mirar la olla, porque te
vas a caer.
-¡No, no, no la miraré!
Pero fue a mirarla y allá se cayó. Bueno,
viene la mariposilla de la plaza.
-¡Ratoncillo Pérez! ¡Ratoncillo Pérez!
Y el ratoncillo nada contestaba. ¡Ay!, mira
toda la casa; va a la olla y allí estaba el pobre ratoncillo. Y se pone a la
puerta a llorar. Y pasa por allí un pajarillo:
-Mariposilla, ¿por qué lloras?
-Porque el ratoncillo se cayó en la olla y la
mariposilla le gime y le Hora.
-Pues yo, como buen pajarito, me cortaré el
pico. Pasó por allí una paloma.
-Mariposilla, ¿por qué lloras?
-Porque el ratoncillo se cayó en la olla y la
mariposilla le gime y le llora.
-Vaya, pues yo como buena paloma me cortaré
la cola. Pasó por allí un palomar.
-Mariposilla, ¿por qué lloras?
-Porque el ratoncillo se cayó en la olla y la
mariposilla le gime y le llora.
-Vaya, pues yo como buen palomar me tiraré al
mar. Pasaron por allí las princesas.
-Mariposilla, ¿por qué lloras?
-Porque el ratoncillo se cayó en la olla y la
mariposilla le gime y le llora.
-Vaya, nosotras como buenas princesas,
tiraremos los cantarillos y nos marcharemos a casa.
Y pasó por allí la reina.
-Mariposilla, ¿por qué lloras?
-Porque el ratoncillo se cayó en la olla y la
maripasilla le gime y le llora.
-Vaya, pues yo, como buena reina, me cortaré
una pierna. Y pasó por allí el rey.
-Mariposilla, ¿por qué lloras?
-Porque el ratoncillo se cayó en la olla y la
mariposilla le gime y le llora.
-Vaya, yo como buen rey, tiraré un pedito y
me echaré a correr. Y colorín colorao, cuento acabao.
Astudillo,
Palencia. Srta.
de Ercilla. 14
de mayo, 1936. 70
años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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