309. Cuento popular castellano
Era un marido que tenía la mujer muy
borracha. Y un día, antes de irse a trabajar al campo, la puso al lado un jarro
y una jarraa y media cántara de vino, y la dijo:
-A la noche, cuando venga, me tienes que
decir: «Ésta es la jarra y éste es el jarro». Y si no, ya verás lo que va a
pasar.
Y la dejó allí y se marchó al campo. Y
entonces ella echó un trago y decía:
-Ésta es la jarra y éste es el jarro. Pues lo
digo muy claro. Voy a echar otro trago.
Echó otro trago. Y ya decía:
-Éste... es... el... ésta es la ja... jarra y
éste es el ja... a... rro. Pues to... todavía lo digo claro. Voy a echar otro
trago. Y entonces, pues decía:
-Ésta es la ja... ja... rra... rra y éste es
el ja... a... a... rro... rro.
Pues claro, ya ni podía decir ni «Voy a echar
otro trago». Ya llegó el marido y la dijo:
-Vamos a ver si me vas a decir: «Ésta es la
jarra y éste es el jarro».
Y entonces dice ella:
-Mira, Martín, éste es éste... y ésta es
ésta.
Y el marido fue y cogió un palo y la hizo
buenas coqueras en la cabeza. Y entonces al marido le dio lástima y la sentó en
una silla para curarla. Y entonces dice ella:
-Oye, Martín, ¡que no he visto esquileo más
seco que éste!
Nava
de la Asunción ,
Segovia. Pedro
García de Diego.
18
de abril, 1936. Posadero,
75 años.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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