Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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sábado, 31 de enero de 2015

La muchacha secuestrada .103

Las muchachas de un poblado salieron al bosque para buscar palo rojo. Cogieron lo que necesitaban, lo cargaron y volvieron al poblado. Una de ellas se dio cuenta de que había olvidado su aguja de trenzar, y regresó al sitio donde habían estado. Allí había un anciano que la cogió y la metió por la fuerza dentro de un saco que llevaba.
Cuando las otras muchachas llegaron al poblado explicaron a la madre de la que había olvidado la aguja que regresaría más tarde. Al llegar la noche, la gente salió al bosque a buscarla. Y, después de nue­vos intentos, la dieron por muerta.
El hombre anciano que había secuestrado a la chica la llevó por otros caminos e intentó hacer negocio con ella: cada vez que llegaba a un poblado, avisaba a la gente de que llevaba una cosa extraordinaria: un saco mágico que cantaba. La gente del poblado le daba mucha comida, y luego él sacaba su saco y le ordenaba que cantara. Entonces, la muchacha se ponía a cantar esta canción en la lengua de su poblado natal:

«No soy saco,
soy persona como tú.
Fuimos al bosque a buscar palo rojo,
por Dios, por Dios,
Olvidé una aguja en aquel sitio,
por Dios, por Dios,
Volví para buscar mi aguja,
por Dios, por Dios,
E»rontré a un anciano en aquel sitio,
por Dios, por Dios,
El anciano me cogió,
por Dios, por Dios,
Y me metió en un saco,
por Dios, por Dios»i.

A la gente le extrañaba mucho que un saco pudiera hablar. Pero, como no entendían lo que decía, el anciano seguía con su negocio.
Hasta que un día aconteció que llegaron al poblado natal de la muchacha. El viejo repitió su historia, y la chica empezó a cantar:

«No soy saco,
soy persona como tú.
Fuimos al bosque a buscar palo rojo,
por Dios, por Dios,
Olvidé una aguja en aquel sitio,
por Dios, por Dios,
Volví para buscar mi aguja,
por Dios, por Dios,
Encontré a un anciano en aquel sitio,
por Dios, por Dios,
El anciano me cogió,
por Dios, por Dios,
Y me metió en un saco,
por Dios, por Dios».

La gente del poblado empezó a murmurar que también en su po­blado había sucedido algo igual, cuando una chica olvidó su aguja después de haber ido a buscar palo rojo. Y receló del anciano. Éste se negó a enseñar a nadie lo que había dentro del saco, de manera que los hombres lo cogieron por la fuerza y, al abrirlo, apareció la muchacha enflaquecida y medio muerta de hambre.
Entonces mataron al anciano y llevaron a la niña al curandero del poblado, que la recuperó con un tratamiento de raíces y cortezas.
Reunieron a todas las muchachas y les explicaron que, en caso de ir al bosque, si una de ellas olvidaba algo las demás debían acompañarla para que no le sucediera nada malo.

Fuente: Jacint Creus/Mª Antonia Brunat

0.111.1 anonimo (guinea ecuatorial) - 055

i Ibe elombo indi moto nove
Ibe,élombo indi moto nove
okeke ndi giki ka npele egio
na Ndjambe na Ndjambe
na belanide mwasi mwa mononge
na Ndjambe na Ndjambe
ka umba kobidi utodu mwa mumu vone
na Ndjambe na Ndjambe
utodu nwa mumu me ka mu anongomba
na Ndjambe na Ndjambe
avemba kobe
na Ndjambe na Ndjambe.

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