175. Cuento popular castellano
Había una ganadería de ovejas y
algunas cabras cerca de Castrilla. Y había sospecha que una mujer de allí era
bruja.
Un día se fue al campo el amo de una
cabrita, y se encontró a su cabra. Y habiendo muchísima distancia de donde la
encontró a su casa, dijo:
-Ah, pero ¿cómo habrá venido aquí mi
cabra? Y, ¿cómo la dejo yo aquí? Y, ¿cómo va sola, tan lejos como está?
Y se la cogió a cuestas. Y se la llevó
hasta cerquita del pueblo, donde se bajó a descansar. Y dice el hombre:
-¡Qué cansado vengo! ¿Qué hora será? Y
dice la cabra:
-Las onse y media, Pablillo.
Y entonces da la cabra un esforzajón
para desasirse del hombre, y, ¡pft!..., se escapó. Y entonces el hombre se
queda mirándola, y dice:
-¡Ah, bruja, bruja!... ¡Qué buena me
la has dado!
Sepúlveda,
Segovia. Narrador LXXXII, 3 de abril, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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