63. Cuento popular castellano
Salió Juan Oso de la montaña donde
habían vivido él y su madre. Y su madre estaba toa llena de pelos de tanto que
habían estao en el monte entre los leones y osos.
Y fue el chico, que se llamaba Juan
Oso, y pidió que le hicieran siete barras de hierro pa salir a viajar por el
mundo. Y le hicieron los herreros las barras, y se fue por el campo.
Y se encontró con Arrancapinos, que
estaba arrancando pinos con las manos, y le dijo:
-¿Cuánto ganas aquí?
Y Arrancapinos le dijo:
-Gano siete reales al día.
-Bueno, pues yo te doy ocho. Vamos
conmigo.
Y se fue Arrancapinos con él. Y luego
encontraron otro que se llamaba Arrancapeñas, que estaba arrancando peñas con
las uñas. Y Juan Oso le dijo:
-¿Cuánto ganas aquí, arrancando peñas?
Y Arrancapeñas dijo:
-Gano ocho reales al día.
-Bueno, pues yo te doy nueve. Vamos
con nosotros.
Y se fueron los tres juntos. Y
llegaron adonde estaba una princesa encantada en un pozo, que la tenía
encantada una serpiente que vivía en el pozo. Y entró Juan Oso primero con una
cuerda. Y entró y se encontró con un toro, que se le vino encima al verle. Y
Juan Oso le dio en la cabeza con una de sus siete barras y le mató. Y luego
salió un gigante y Juan Oso le dio en la cabeza con otra barra y le mató. Y le
cortó al gigante una oreja y se la metió en el bolso.
Y fue andando hasta que salió la
serpiente. Y se le fue a la serpiente con sus barras y la mató y le cortó la
cabeza. Y entonces anduvo andando por la cueva hasta que halló a la princesa.
Ella le dio una sortija y le dijo:
-Tú me has desencantado y te has de
casar conmigo.
Y fue Juan Oso con ella y les dijo a
Arrancapinos y Arrancapeñas que la subieran con la cuerda primero a ella. Y la
subieron. Y de envidia que le tenían a Juan Oso y pa casarse con la princesa,
se fueron con ella y dejaron a Juan Oso en el pozo.
Y Juan Oso, cuando se vio solo y que
no le tiraban la punta de la cuerda, anduvo andando por mucho tiempo por la
cueva. Y al fin se acordó de la oreja del gigante, que traía en el bolso, y la
mordió. Y al momento que la mordió, se vio fuera del pozo cerca del palacio de
la princesa y sus padres. Y ai estaban Arrancapinos y Arrancapeñas, que se
querían casar con la princesa. Y Juan Oso compró pimientos y se fue por las
casas vendiendo pimientos y llegó al palacio de la princesa. Y la princesa le
vio y le vio la sortija que ella le había dao. Y así le conoció, y se casaron
los dos.
Salas
de los Infantes, Burgos.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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