Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

sábado, 30 de junio de 2012

Juan oso


63. Cuento popular castellano

Salió Juan Oso de la montaña donde habían vivido él y su ma­dre. Y su madre estaba toa llena de pelos de tanto que habían estao en el monte entre los leones y osos.
Y fue el chico, que se llamaba Juan Oso, y pidió que le hicie­ran siete barras de hierro pa salir a viajar por el mundo. Y le hicieron los herreros las barras, y se fue por el campo.
Y se encontró con Arrancapinos, que estaba arrancando pinos con las manos, y le dijo:
-¿Cuánto ganas aquí?
Y Arrancapinos le dijo:
-Gano siete reales al día.
-Bueno, pues yo te doy ocho. Vamos conmigo.
Y se fue Arrancapinos con él. Y luego encontraron otro que se llamaba Arrancapeñas, que estaba arrancando peñas con las uñas. Y Juan Oso le dijo:
-¿Cuánto ganas aquí, arrancando peñas? Y Arrancapeñas dijo:
-Gano ocho reales al día.
-Bueno, pues yo te doy nueve. Vamos con nosotros.
Y se fueron los tres juntos. Y llegaron adonde estaba una prin­cesa encantada en un pozo, que la tenía encantada una serpiente que vivía en el pozo. Y entró Juan Oso primero con una cuerda. Y entró y se encontró con un toro, que se le vino encima al verle. Y Juan Oso le dio en la cabeza con una de sus siete barras y le mató. Y luego salió un gigante y Juan Oso le dio en la cabeza con otra barra y le mató. Y le cortó al gigante una oreja y se la me­tió en el bolso.
Y fue andando hasta que salió la serpiente. Y se le fue a la serpiente con sus barras y la mató y le cortó la cabeza. Y enton­ces anduvo andando por la cueva hasta que halló a la princesa. Ella le dio una sortija y le dijo:
-Tú me has desencantado y te has de casar conmigo.
Y fue Juan Oso con ella y les dijo a Arrancapinos y Arrancape­ñas que la subieran con la cuerda primero a ella. Y la subieron. Y de envidia que le tenían a Juan Oso y pa casarse con la princesa, se fueron con ella y dejaron a Juan Oso en el pozo.
Y Juan Oso, cuando se vio solo y que no le tiraban la punta de la cuerda, anduvo andando por mucho tiempo por la cueva. Y al fin se acordó de la oreja del gigante, que traía en el bolso, y la mordió. Y al momento que la mordió, se vio fuera del pozo cerca del palacio de la princesa y sus padres. Y ai estaban Arran­capinos y Arrancapeñas, que se querían casar con la princesa. Y Juan Oso compró pimientos y se fue por las casas vendiendo pimientos y llegó al palacio de la princesa. Y la princesa le vio y le vio la sortija que ella le había dao. Y así le conoció, y se casa­ron los dos.

Salas de los Infantes, Burgos.

Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo                                                            

058. Anonimo (Castilla y leon)

No hay comentarios:

Publicar un comentario