167. Cuento popular castellano
Era una mujer del pueblo y estaba
trabajando en el Obrador de Astudillo con una mujer de Castro. Pues, la
acometían las brujas y todas las noches la cortaban el pelo. Y les dijo a la
familia:
-Esto es que hay una bruja que me
corta el pelo.
-Pues hay que cogerla.
Pues echaron cernada en el suelo de la
habitación y se puson un escriño y metieron una luz debajo del escriño y la
dijo la familia:
-Estate con cuidao; no te duermas. En
cuanto la sientas subir por la cama, dices, «¡Ya está aquí!», y nosotros
levantaremos el escriño.
Así lo hicieron. Ella la sintió subir
por la cama y les dijo:
-¡Ya está aquí!
Entonces levantaron el escriño, y la
bruja se subió en forma de gato a un desván, y desde allí se burlaba de ellos.
Y dijo la familia:
-Pues, llamar al cura para que lea los
evangelios, para ver si sabes quién es.
Y leéndola los evangelios se la
presentó en el vaso de agua. Y la pregunta el señor cura:
-¿La conoces?
Dice:
-Sí, la conozco; es la amiga mejor que
tengo. Y era la mujer de Castro.
Astudillo,
Palencia. Narrador XVIII, 14 de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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