77. Cuento popular castellano
Era uno que le llamaban Juan el Sin
Miedo. Y no conocía el miedo y quería encontrarle. Y andaba por todo el mundo a
ver si lo encontraba. Hasta que un día se encontró con un sacristán, y le
preguntó que qué andaba haciendo. Le dijo:
-Pues yo soy Juan el Sin Miedo, que
ando buscando el miedo por todo el mundo. Y no lo encuentro.
Y el sacristán le dijo:
-Pues, bueno... Vente conmigo, y yo te
lo enseñaré.
Y hizo un tío de pez y le puso en la
escalera de la torre, con cuatro velas arrimadas a él para que le dieran calor.
Y le dijo a Juan el Sin Miedo:
-Vete allí, que allí le encontrarás.
Entró Juan el Sin Miedo, y al ver ese
tío, le dijo:
-¡Quítate de ahí y déjame pasar! ¡Si
no me dejas pasar, te daré una patada!
Y le dio con un pie, y se le quedó
pegao. Después le dio con el otro, y se le quedó también pegao. Entonces dice:
-Bueno, pues, ¡te doy con las manos!
Le pegó con la derecha, y se le quedó
pegada. Luego le dio con la izquierda, y lo mismo, también se le pegó. Y le
dice:
-Bueno, si no me sueltas, tengo
dientes, y no tengo miedo. Te morderé.
Y fue y le mordió. Y al morderle, le
quedaron pegaos también los labios. Y ya tuvo que estar allí hasta que se fue
deshaciendo poco a poco.
Y ya se desprendió. Y le abrió el
sacristán y dijo:
-¿Qué? ¿Le has visto ya al miedo?
Dijo:
-¡Qué va! ¡Mira! ¡Lo que me pusistes
ha quedao reducido a nada!
Entonces el sacristán le llevó a su
casa y le dijo:
-Bueno, esta noche duermes en mi casa.
Y le mandó acostar. Y tenía preparados
dos peces metidos vivos en una palangana de agua. Y al acercarse el sacristán
con la palangana, como los peces nadaban, le salpicó el agua, y dio un salto
del susto. Y cuando le dijo el sacristán:
-¿Qué? ¿Le ha dado miedo?
Dice:
-¡Sí, sí! ¡Ya he visto lo que es el
miedo! ¡Ya sé lo que es el miedo!
Sieteiglesias,
Valladolid. Narrador
XC, 7 de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
No hay comentarios:
Publicar un comentario