216. Cuento popular castellano
Este era un hortelano que tenía un
hijo de unos dieciocho años. Y tenía una huerta propia, en la cual criaba unas
berzas muy hermosas. Muchas señoras, de las que por allí pasaban, les gustaban
las berzas de dicho señor. Ya fue un día y tenía una berza muy hermosa. Y el
padre le dice al hijo:
-Mira fulano. Esta berza tan hermosa,
no la vendas, que es para cenar nosotros el día de la Nochebuena.
Al día siguiente llegó una señora a la
huerta y se le antojó esta berza. El chico, como le había atemorizado su padre,
dijo a la señora:
-Ésa no se la vendo a usted. Y la
señora cogió otra.
Llegó el segundo día, y fueron otras
señoras. Y también se les antojó la referida berza. Pero el chico, por el temor
del padre, tampoco se la vendió. Al tercer día, fue otra señora y también quiso
la misma berza. Y el chico no quería vendérsela. Pero la señora le ofreció unas
cuantas pesetas por la berza. Y al chico le cegaron las pesetas que aquella
señora le daba, y le entregó la berza.
Como su padre le había dicho que no
vendiese la berza, el chico no se lo dijo; pero el padre, al siguiente día, la
echó de menos. Y le dijo el chico:
-Padre, la vendí ayer a una señora que
me dio unas cuantas pesetas.
-Y, ¿no te dije que esa berza no la
vendieras, porque era para nosotros? ¡Ahora mismo te mato!
Y el padre, ni corto ni perezoso, se
marchó a la casa de la huerta y cogió un cuchillo y mató al chico. Le sacó la
asadura y se la llevó a su mujer, o sea a la madre del chico. Y la dijo:
-Toma esa asadura; fríela para
almorzar.
-Pues, ¿dónde la has comprado?
-Tú, fríela.
Y la almorzaron. Después de
almorzarla, la dice el marido a la mujer:
-¿Qué tal te ha sabido el almuerzo?
Pues, es la asadura de tu hijo.
-¡Calla, hombre! ¿Es posible?
-¡Sí! Le amenacé el otro día que no me
vendiera una berza que teníamos en la huerta muy buena, y me la ha vendido. Y
por eso le he matado y le he sacado la asadura. Y la madre empezó:
-¡Bandido! ¡Qué has hecho con el hijo!
¡Por vender una berza! Y el padre contesta:
-¡Sí, porque yo no me vendo por ningún
dinero!
Palencia,
Palencia. 11 de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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