164. Cuento popular castellano
Pues, una vez iba mi abuelo vendiendo
nueces y castañas. Y se encontró con una mujer que quería las nueces al precio
de las castañas. Y el abuelo no quería dárselas a ese precio. Y la mujer le
dijo, señalando la oreja:
-¡Esta os corto, camposino, si no la
paga!
Y se fue después mi abuelo a la
posada. Y en aquella noche le pegó una capellanía. Y así siguió hasta ocho
noches, pegándole.
Y se levantaba molido.
Villabrágima,
Valladolid. Narrador XLVII, 10 de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anonimo (Castilla y leon)
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